La consejera ha protagonizado el 40º Diálogo de la Confederación de Padres de Alumnos, donde ha dado cuenta de los avances en Andalucía y las medidas para paliar los déficits de la LOMLOE
La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, ha asegurado en el 40º Diálogo de Educación de la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA), celebrado en Madrid, que el modelo educativo de Andalucía defiende la cultura del esfuerzo y la búsqueda de la excelencia como señas de identidad de su escuela y sus profesionales frente a la Ley Orgánica (LOMLOE) implantada por el Gobierno de España, un modelo integrador «con una red dual de centros públicos y concertados que cuenta con todos, y que ha venido garantizando el derecho a la educación de millones de andaluces durante décadas».
La consejera ha señalado que «frente a los intentos de imponer un modelo que recorta la libertad de las familias, en Andalucía se defiende la libertad que han de tener siempre los padres a la hora de elegir la formación que quieren para sus hijos, garantizando la calidad, tanto en la educación pública, como en la concertada».
Para ello, ha afirmado, se han realizado «importantes avances» con la red de centros concertados y sus profesionales. En 2020, antes de la aprobación de la LOMLOE, se aprobó un nuevo decreto de escolarización en Andalucía para incluir por primera vez, siempre que existiese en la oferta del municipio, al menos un centro concertado en cada zona de escolarización educativa de cara a la solicitud de matriculación.
También se incluyó la adscripción preferente de centros concertados a públicos para evitar que los alumnos que quisieran cambiar de un centro concertado a uno público en Bachillerato, lo hiciesen un año antes, en 3º y 4º de ESO, para tener más puntos.
Además, se realizaron otras incorporaciones para mejorar la asignación de plazas que pedían las familias, como la ampliación del período en listas de espera, además de favorecer el agrupamiento de los hermanos y hermanas en el mismo centro mediante un aumento de la puntuación, o la inclusión por primera vez de la escolarización en la etapa de 0 a 3 años como criterio de admisión.
En paralelo, los docentes de la concertada se han beneficiado, al igual que los docentes de la red pública, de los acuerdos de equiparación salarial, se les ha garantizado la jubilación parcial del 50% y se les cubre los permisos de lactancia, entre otros.
Por su parte, respecto a los centros se han simplificado trámites, se ha ampliado la plantilla docente, se han reforzado las enseñanzas de Bachillerato con la ampliación de la concertación en zonas vulnerables, y además, se ha dado acceso a programas y subvenciones como el de Refuerzo Estival.
Retos del sistema educativo andaluz
Del Pozo ha defendido que la Junta de Andalucía ha apostado por un proyecto para la educación basado en la libertad, la igualdad y la calidad, que sí reconozca la excelencia y que valore el esfuerzo como elemento esencial en el proceso formativo. Así, los principales retos del Gobierno andaluz para esta legislatura son mejorar los resultados académicos y avanzar en la inclusión y la atención a la diversidad, para que ningún estudiante se quede atrás.
Junto a estos principios, ha añadido que era importante una necesaria orientación del modelo hacia las oportunidades de empleo, especialmente en los estudios de Formación Profesional, el mejor plan de empleo juvenil. Tanto es así que ha bajado en 5 puntos porcentuales el índice de paro entre los andaluces menores de 25 años, que llegaba en 2018 a «un escandaloso 45%». De este modo, 19.000 jóvenes se han incorporado al sistema productivo en los últimos 5 años.
La consejera ha puesto énfasis en el esfuerzo por «atajar el olvido de la excelencia y el esfuerzo que promueve la LOMLOE, una ley que devalúa el aprendizaje, erosiona la motivación de los alumnos, desmoraliza a los profesores, y deja a nuestra sociedad sin pulso». «A mi juicio, un estudiante que no alcanza las competencias establecidas en los currículos educativos necesita acompañamiento, refuerzo y estímulo para lograrlas, no un salvoconducto de renuncia», ha dicho.
Una de las actuaciones llevadas a cabo para cumplir con estos objetivos es que en el nuevo currículo andaluz, puesto en marcha en el presente curso escolar, se ha aprovechado el 40% de la carga horaria que queda en manos de las comunidades autónomas para hacer hincapié en el refuerzo de Matemáticas, Lengua y primera Lengua Extranjera, con un eje transversal como es la Comprensión Lectora, es decir, las herramientas fundamentales para alcanzar el éxito académico.
Andalucía se ha convertido en una de las comunidades que mayor carga lectiva dedica tanto a Matemáticas como a Lengua y, por primera vez, se incluye la Lectura Obligatoria Planificada desde 1º de Primaria a 4º de la ESO, con media hora diaria implementada de forma transversal en cualquier asignatura o área de conocimiento. De esta manera, se asegura que un estudiante, cuando termine la etapa obligatoria, tendrá un bagaje de 875 horas de lectura.
Con esta iniciativa, ha asegurado Del Pozo, se pretende que los colegios e institutos andaluces sean «centros de alto rendimiento» para el hábito lector, ya que la comprensión lectora es determinante para la mejora de los resultados académicos y como medio para obtener y procesar la información, de modo que permita construir y transformar el conocimiento.
Por otra parte, la consejera ha señalado algunos de los logros alcanzados en un sistema educativo con casi 1,8 millones de alumnos de enseñanzas no universitarias, con 7.238 centros educativos y con una plantilla integrada por unos 131.000 docentes, el sistema más grande de España. Así, la tasa de abandono escolar, es decir, el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que deja los estudios sin haber conseguido al menos un título de Bachillerato o FP, ha registrado una bajada histórica de casi 7 puntos en Andalucía hasta alcanzar el 15,3%, mejorando por primera vez la de Cataluña (16,9%) o la de la Comunidad Valenciana (15,7%), y acercándose más que nunca a la media nacional (13,9%, a tan sólo 1,4 puntos). Además, la tasa de titulación entre los jóvenes andaluces de 20 y 24 años ha subido casi 9 puntos desde 2018 hasta el 76%, a tan sólo tres puntos de la convergencia con la media nacional. La tasa de titulación entre los jóvenes de 16 a 24 años es del 87,5%, cinco puntos más que en 2018, y a tan sólo dos puntos de la media nacional.
Pozo ha considerado que estos datos «son esperanzadores y no hubiesen sido posibles sin el trabajo en equipo de toda la comunidad educativa». Además, ha detallado las distintas iniciativas llevadas a cabo por la Consejería para reducir esta tasa, como el aumento de la inversión en educación hasta los 8.866 millones, un 40% más que en 2018, que ha posibilitado el crecimiento de la plantilla docente en 6.800 maestros y profesores desde 2019, siendo el sistema educativo público andaluz el que dispone de la mayor plantilla estructural de su historia, compuesta por aproximadamente 108.000 profesionales. Este incremento, junto con el descenso del número de alumnos en más de 90.000, ha permitido las ratios medias más bajas de la historia de Andalucía en las dos primeras etapas, 18,9 en Infantil, y 20,1 en Primaria. Las ratios medias en Andalucía están por debajo de países como Francia, Reino Unido o Portugal, y en la media europea.