En el transcurso de su 50º Congreso en Palma de Mallorca, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) hizo entrega de sus distinciones a las labores sociales. Como todos los años, han sido reconocidas distintas organizaciones e instituciones que desde el ámbito cultural, deportivo, científico y humanitario, contribuyen a la mejora de la educación.
El primer reconocimiento lo recibió la ONG Apotecaris solidaris, por contribuir a solucionar el gran problema sanitario mundial desde una perspectiva de ayuda farmacéutica y por fomentar la educación sanitaria, elaborando proyectos de cooperación de ámbito sanitario. Recogió el premio Cristina Mataró Tomás, presidenta de Apotecaris Solidaris que agradeció el apoyo en su labor de garantizar el derecho a la salud para personas que no lo tienen.
Un segundo reconocimiento fue para la Fundación Diocesana Isidoro Macabich que recibió este reconocimiento por su labor social en las distintas actividades con la infancia y juventud, así como la formación de directores y educadores de tiempo libre. Recogió el premio Juan Luis Cerdá, delegado de Enseñanza del Obispado de Ibiza. Cerdá declaró «recogemos este premio con humildad y con gratitud, y además con el compromiso de seguir trabajando en Ibiza y Formentera».
El tercer reconocimiento fue concedido a la Fundación Rafa Nadal por acompañar a niñas, niños y jóvenes en su camino hacia un futuro de calidad y por creer en un mundo donde los niños y niñas consigan alcanzar su máximo potencial y tengan acceso a oportunidades en igualdad de condiciones. Recogió el reconocimiento Fani Ginard, responsable de Alianzas Estratégicas de la fundación quien agradeció el premio y reconoció la educación y el deporte como herramientas transformadoras de vidas.
El siguiente reconocimiento fue para la Fundación Repsol, recibido por contribuir a crear un futuro más sostenible, desarrollando proyectos focalizados en transición energética y por impulsar la formación para el empleo y la igualdad de oportunidades para colectivos vulnerables fomentando el voluntariado corporativo para el desarrollo social y la transición energética. Arantxa Hernanz, directora de Educación y Conocimiento de la Fundación Repsol recogió el galardón añadiendo «la educación es clave y es un reto planetario, debemos formar en conocimiento y en espíritu crítico a los jóvenes». Hernanz hizo mención al programa Zinkers promovido por la Fundación Repsol como herramienta de concienciación medioambiental abierta para todos los centros escolares de primaria y secundaria del país.
Un quinto reconocimiento fue para Aspanob, una ONG que mejora la calidad de vida de los niños y niñas enfermos de cáncer, apoyándolos a ellos y a sus familias y favoreciendo una mejor aceptación y afrontamiento de la enfermedad. Jaume Coll Sureda, presidente de Aspanob recogió el premio, agradeciendo el galardón a CECE y haciendo referencia a todos los colegios creados y su hospital de referencia.
La Asociación Amadiba recibió el reconocimiento por aumentar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y de sus propias familias, dando respuesta a sus necesidades y ofreciendo servicios de atención diurna, educativos, residenciales, formativos, de inclusión, ocio, deporte y apoyo familiar. Elvira Jiménez Rozas, presidenta de la Asociación recogió el premio afirmando «estos reconocimientos dan ánimos para seguir adelante, ayudando».
Y finalmente el último galardón fue para la Fundación Adema por estar cerca de las personas que más lo necesitan ayudando a las familias a disponer de programas de promoción y mejora de la salud bucodental. Diego González, presidente del Patronato de la Escuela Universitaria Adema, afirmó que era emocionante obtener este reconocimiento por prestar atención a los que lo necesitan.