Entrevista a Alberto Villanueva, presidente de FECEVAL, que organiza y acoge el 46º Congreso de CECE los días 8, 9 y 10 de noviembre
El congreso se celebra en momentos de inquietud para la escuela concertada tras los anuncios hechos por el Gobierno
El programa incluye un debate sobre educación entre representantes de PP, PSOE, Ciudadanos y Compromís
Alberto Villanueva es el director del Colegio Trafalgar de Valencia, uno de los colegios concertados con más historia de Valencia. Su comienzo de curso está siendo bastante más agitado de lo habitual porque FECEVAL, la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia, que él preside, acoge y organiza en unos días el 46º Congreso Nacional de CECE. Alberto Villanueva nos presenta el congreso, fuertemente marcado este año por los embates del Gobierno a la enseñanza concertada, mayoritaria en la Confederación Española de Centros de Enseñanza.
P. ¿Qué supone para FECEVAL y para los colegios de Valencia la celebración del congreso anual de CECE?
R. Es una gran responsabilidad y, al mismo tiempo, una gran satisfacción e ilusión, ya que tenemos la oportunidad de ofrecer a los congresistas un buen programa, con ponencias de primer nivel, talleres y mesas de debate, y también una gran oferta de ocio en una ciudad que mezcla historia, modernidad, gastronomía y clima de una manera espectacular.
P. El congreso ya se celebró en Valencia en el año 2000. En educación han cambiado muchas cosas. ¿Qué destacaría usted pensando en sus colegios?
R. Sí, efectivamente. En el año 2000 se celebró el 28º Congreso Nacional CECE en Valencia. Yo asistí en aquel momento como profesor, ya que mi padre era el titular del centro en el cual trabajo actualmente, el Colegio Trafalgar. El momento político actual es diferente, muy distinto. En aquel congreso recuerdo que se anunció por parte del malogrado y añorado conseller Tarancón la concertación del segundo ciclo de Educación Infantil. La Comunidad Valenciana fue de las primeras por apostar por la gratuidad en este tipo de enseñanza no obligatoria en España y luego seguiría por la concertación de los bachilleratos. Hoy en día, el panorama es muy diferente: la escuela concertada se pone en duda por parte de cierto sector de nuestro espectro político, hasta el punto de haber eliminado muchas unidades de bachiller a pesar de tener una amplia demanda en algunos centros de nuestra comunidad.
P. ¿Y en la celebración en sí misma del congreso? ¿Qué retos afronta un congreso como éste 18 años después?
R. El título de nuestro congreso lo dice todo: “Necesarios, Plurales, Complementarios”. Son los retos de la sociedad en general y lo que les pedimos a nuestros dirigentes políticos en particular.
P. Ese lema es toda una reivindicación de la importancia de la escuela privada y concertada en España.
R. Efectivamente. Nos sentimos necesarios porque representamos a una parte muy importante de la oferta educativa en nuestro país. Plurales porque educar en la España plural de hoy en día no sólo es un reto, sino una obligación de los poderes públicos para con los derechos de familias y padres. Y complementarios, porque la coexistencia de ambas redes, la pública y la privada, son perfectamente conjugables. Compartimos el 95% de los objetivos y la demanda social avala la existencia de ambas redes.
P. ¿Puede apreciarse algún desafío nuevo del año anterior a éste al que hayan tenido que responder en la organización del congreso?
R. El año que dejamos atrás constató el fracaso del llamado Pacto por la Educación cuando era más necesario que nunca. CECE siempre ha creído en el diálogo sincero, más cuando se parte de un diagnóstico compartido.
P. ¿Por qué recomendaría usted a los colegios a asistir al congreso de CECE?
R. En primer lugar porque hemos buscado a ponentes de alto nivel pedagógico y hemos elegido temas diversos y de gran actualidad para los centros educativos. Tenemos ponencias de cómo aprender a trabajar en red entre diferentes centros educativos, de educación emocional, de tecnología en las aulas, de inteligencia artificial, de atención del alumnado de altas capacidades, etc. En segundo lugar, me gustaría destacar que hemos querido dar al profesorado la oportunidad de participar en nuestro congreso, concretamente en unos talleres sobre Educación Infantil y sobre Formación Profesional.
Por último, considero que los entornos elegidos para este 46º congreso son maravillosos. La sede escogida es el Hotel Meliá, uno de los mejores hoteles de nuestra ciudad. En la Ciudad de las Artes y las Ciencias realizaremos la entrega de reconocimientos CECE. En el Nou Racó, restaurante emblemático de nuestra ciudad a orillas de la Albufera, realizaremos la comida de trabajo del viernes 9. Y también estaremos en la magnífica Lonja de mercaderes, el principal emblema gótico de la ciudad. Como ve, es imposible perderse este congreso.
P. Qué le gusta especialmente del programa de este año.
R. Como anfitrión y organizador, no puedo decir otra cosa que me gusta todo. Pero, de verdad, esta afirmación no es un tópico. Lo hemos preparado con muchas ganas y con mucha ilusión, cuidando el más mínimo detalle para que todo el mundo que venga a Valencia esté a gusto y se vaya más contento de lo que ha venido. Nosotros nos sentiremos satisfechos si los congresistas, en el último día del congreso, han disfrutado de nuestra ciudad y salen convencidos de que la mejora en las técnicas, infraestructuras e innovación de sus centros educativos es una mejora en la sociedad del futuro.
P. CECE y FECEVAL también harán públicos una serie de reconocimientos a personas e instituciones que han aportado algo significativo a la sociedad y a la educación. Háblenos de los reconocimientos de este año, por favor.
R. Desde Feceval hemos querido reconocer la labor a cuatro estamentos muy distintos. En primer lugar, a la Fundación Deportiva Municipal. El deporte es pieza básica entre los escolares desde edades tempranas y la FDM realiza una labor inmejorable en nuestra ciudad increíble, difundiendo el deporte escolar y promocionando futuros ciudadanos comprometidos con una vida sana y saludable. En segundo lugar, a la Fundación Trilema, a cuya cabeza está Carmen Pellicer, escritora, pedagoga y teóloga. Su labor ya alcanza una dimensión internacional, que es digna de reconocimiento. En tercer lugar, a un valenciano universal, Pedro Cavadas, ilustre médico y volcado con las labores humanitarias por todo el mundo. Y por último, hemos querido reconocer la labor de la Inspección educativa con los centros educativos. Por ello hemos elegido al sindicato de inspectores, USIE y a la asociación de inspectores mayoritaria, ADIDE, para hacer visible este reconocimiento.
Por parte de CECE, reconocerán la labor a la Fundación Ilunion, constantemente volcada con la inclusión social, A la labor desempeñada por el Colegio Nacional de Pedagodos y Psicopedagogos, especialmente activo en el ámbito valenciano y a la persona de Irene Villa, por su increíble afán de superación y como reconocimiento a las víctimas del terrorismo.
P. Como decía, el lema del congreso es Necesarios, Plurales, Complementarios. ¿Cómo vive y convive la enseñanza concertada con la Administración Pública valenciana?
R. La relación con la administración valenciana es cordial y fluida. Podría mejorar si el diálogo y el consenso fuera efectivo, ya que cuando nos sentamos en las diferentes mesas de negociación, se nos escucha y se nos atiende, pero luego no vemos reflejadas en la normativa que se publica nuestras legítimas demandas. Ello nos lleva a una judicialización innecesaria de muchas decisiones que terminan dándonos la razón en la inmensa mayoría de casos, como ha sucedido con la supresión de aulas de bachillerato o las ratios en Infantil. Nosotros creemos en la premisa de a iguales obligaciones iguales derechos. Y en ese ámbito no debemos retroceder ni un paso.
P. Cuando políticamente se cuestiona a la enseñanza concertada, se pone el acento en las escuelas desde un punto de vista empresarial, y no en las familias, en los ciudadanos que eligen libremente esas escuelas para la educación de sus hijos. ¿Qué opina?
R. Claramente debo decir que la escuela privada concertada somos empresas educativas, con el objetivo principal de desarrollar el servicio público de la educación. Estamos sujetos a toda la normativa estatal y autonómica vigente y así la hacemos cumplir. Los conciertos educativos nos obligan a unas cosas y a otras no, por lo que cumplimos con la legalidad escrupulosamente. En la escuela concertada no se cobra por el concepto enseñanza en ningún momento. Cuando se cobra es con autorización de la administración educativa en concepto de actividades extraescolares, complementarias y servicios no sufragados por las administraciones públicas; por consiguiente, deben abonarlo las familias.
P. ¿Qué espera del debate entre representantes políticos que han programado como colofón del congreso? Participan PP, PSOE, Ciudadanos y Compromís.
R. Espero que cada partido político que compone la mesa de debate exponga claramente sus posturas, que se pronuncien sobre la escuela privada concertada y el papel que ésta debe jugar en el sistema educativo, y que les puedan anticipar a los cientos de congresistas las principales propuestas electorales sobre educación que encierran sus programas. Las elecciones autonómicas de mayo 2019, o quién sabe si las generales, están presentes.
P. Por cierto, ¿quién moderará el debate?
R. Hemos elegido a dos periodistas brillantes, de los dos diarios decanos de la Comunidad Valenciana, como son Las Provincias y Levante EMV. Tanto Ximo Batista como Rafa Montaner son dos grandes profesionales especializados en educación en sus medios.
P- Uno de los argumentos más recurrentes del actual Gobierno cuando critica a la concertada es que la mayor parte del alumnado de nivel socioeconómico más bajo y los hijos de inmigrantes acaban en la pública, y lo achacan a que la concertada es selectiva y excluyente. ¿Qué responde usted a eso?
R. Esta afirmación me resulta personalmente incómoda. Sinceramente no entiendo como la escuela privada concertada puede seleccionar o excluir a un alumno, cuando la normativa que regula la escolarización de alumnado en los centros educativos es exactamente la misma para las dos redes, la pública y la privada concertada. Un centro concertado al igual que un centro público, atiende al alumnado de su barrio, de su pueblo o de su ciudad. Si el centro, tanto público como privado concertado, está ubicado en un barrio socioeconómico bajo, acudirán alumnos de ese rango social y/o viceversa. Lo que aseguramos en la escuela de iniciativa social es la igualdad de oportunidades para todo el alumnado.
P. Otro de los mensajes acuñados por el Gobierno es que la pública va a todas partes y que la concertada no está en zonas rurales. ¿Esto ocurre en Valencia?
R. Eso no resulta cierto. Las EFAs son una realidad en nuestra red y tienen claramente una dimensión rural. De hecho muchos de nuestros centros están muy arraigados en el territorio, incluso con anterioridad a la construcción de infraestructura educativa pública. Es otro de los clichés con los que se ha venido a desacreditar la labor social fundamental que desarrolla la escuela privada concertada.
P. La universalización de la escolarización entre 0 y 3 años se colado como prioridad en el debate político. ¿Concertar las plazas privadas que hay, y que ya acogen a un tercio del alumnado actual, no sería más eficaz que construir una red exclusivamente pública?
R. Es otra de las evidencias de una manifiesta y persistente discriminación. Existe una red de centros privados en toda España, realizando una labor educativa importantísima desde hace muchísimos años en el tramo 0-3. La colaboración pública-privada es una de las fórmulas más coherentes para dar un servicio desde los estamentos públicos con la gestión privada y eficaz de los recursos. Se debería plantear realizar un mapa escolar real de necesidades y utilizar los recursos existentes con las escuelas privadas, y construir nuevos centros allí donde no haya o donde se necesite oferta por parte de la administración pública.
P. Ante la incertidumbre abierta por el Gobierno, ¿cuál es el mensaje que FECEVAL envía a sus centros?
R. Nuestro mensaje a nuestros centros siempre es el mismo. Trabajar por la escuela concertada, por el derecho de los ciudadanos a elegir modelo educativo para sus hijos, diálogo permanente con la administración educativa en pro de los intereses de nuestros centros.
P. Dejando la gestión política a un lado, ¿qué retos tiene ahora la escuela concertada?
R. Los retos de la educación española son bien conocidos por todos, especialmente en un contexto post crisis. Estos han sido planteados reiteradamente por gobiernos de distinto signo y por el conjunto de la comunidad educativa, sin que se haya alcanzado, por el momento, el consenso suficiente para impulsar las reformas necesarias a pesar de un diagnóstico compartido. Debemos alentar e impulsar aquellos cambios que se centran en los problemas reales y auténticos que tiene la enseñanza en España, como la mediocridad de los resultados educativos; las ineficiencias del gasto; la brecha entre formación y empleo; o la deficiencia de los marcos normativos, como recogía recientemente ‘La Educación importa. El Libro Blanco de los Empresarios Españoles’ (CEOE, 2017), y no quedarnos en lo banal de las soflamas políticas.