- La Fundación Bertelsmann impulsa un modelo de referencia de orientación profesional en la escuela con 10 niveles clave de intervención
- El Colegio Montesclaros de Madrid nos explica las ventajas de adoptar este modelo para autoevaluar y mejorar la calidad de la orientación que se da al alumnado y sus familias
- La Orientación Profesional escolar, clave para que la educación genere movilidad social
“En Secundaria los alumnos no saben qué van a hacer después, necesitan información y orientación, y los padres están muy perdidos. Tomarse en serio la orientación profesional en el colegio es fundamental para cumplir eso que decimos de que les damos una educación integral”, cuenta David Prados, director del colegio Montesclaros, de Cerceda (Madrid).
Desde que él llegó a este colegio del Grupo Educare, en 2015, han hecho de la orientación profesional una auténtica estrategia integral de centro. “En los colegios hemos tenido el boom de las extraescolares; después el del bilingüismo… y la orientación siempre se quedaba en un último plano pese a saber que era algo fundamental en la educación”.
En su colegio por fin ocupa el lugar que le corresponde; el profesorado, los orientadores y las familias están implicados; tienen un programa de salidas profesionales en el que los alumnos pueden conocer de primera mano profesiones que les atraen; y han ido de la mano de la Fundación Bertelsmann en todas las iniciativas que ha desarrollado para implementar una buena orientación en los colegios: la guía de orientación profesional coordinada, las charlas para padres, la herramienta digital de autorientación MyWayPass…
Y, pese a llevar mucho camino andado, saben que aún les queda un trecho por recorrer. Lo saben precisamente gracias a la última iniciativa de Bertelsmann: el modelo Xcelence de orientación académico-profesional, que guía a los centros para que garanticen una orientación de calidad a través de 10 ejes de intervención. Este modelo de referencia permite que cada colegio evalúe las acciones que lleva a cabo y que conozca las que tendría que implementar para mejorar en cada uno de esos 10 aspectos clave.
“Nosotros estamos en el nivel medio porque la evaluación nos ha dicho que estamos flojos en dos puntos: la vinculación de asignaturas con ámbitos profesionales, que es muy difícil en este sistema en el que das clase con la presión de la EVAU; y la utilización de informes sobre tendencias del mercado laboral. Ahí tenemos que mejorar”, reconoce con modestia David Prados pese a salir bien parados en los otros ocho puntos clave.
“Lo bueno de esto es que, según el nivel en el que estés en cada una de las áreas, el modelo te sugiere acciones a desarrollar para poder mejorar”, termina de explicar el director. “Es un diagnóstico de gran utilidad y yo personalmente estoy muy agradecido a la Fundación Bertelsmann: hacen un trabajo increíble por los centros y, sobre todo, por los alumnos, y sin coste para ninguno de nosotros”.
Evidencias internacionales
El modelo de referencia Xcelence ha sido desarrollado por la Fundación Bertelsmann basándose en evidencias de todo el mundo en esa materia; evidencias que recogió y organizó previamente la Fundación Gatsby de Reino Unido en su denominada Good Career Guidance.
Esta guía, que define ocho niveles de intervención para las escuelas –conocidos como Gatsby benchmarks– ha sido adoptada por el Gobierno británico para mejorar la orientación en los centros de Secundaria del país, en lo que ha venido a ser un verdadero ejemplo de política pública basada en evidencias.
La Fundación Bertelsmann, que llevaba desde 2014 ayudando a los centros educativos españoles a poner en marcha programas de orientación profesional coordinada, vio en los Gatsby benchmarks un modelo de referencia exportable con las pertinentes adaptaciones al sistema educativo y la cultura escolar de España.
Tras un concienzudo análisis por parte de 47 expertos españoles, transformó las ocho pautas británicas en 10 –aportando una nueva centrada en la información de las familias– y se aseguró de que fueran válidas y entendibles para los colegios. Después, envió una prueba piloto a 68 centros (concertados, públicos y privados) con los que ya había venido colaborando en el pasado y en los que ya había un interés y un compromiso con la orientación profesional; Montesclaros entre ellos.
Los datos obtenidos por cada uno en su evaluación son confidenciales, pero en la Fundación Bertelsmann no ocultan que el resultado medio obtenido es bajo.
De acuerdo al modelo Xcelence de la Fundación Bertelsmann, las 10 claves que deberían cumplir los centros educativos para asegurar una orientación académico-profesional integral a sus alumnos son las siguientes:
- Tener un marco de calidad para la orientación académico profesional
- Que haya coordinación estratégica y operativa (entre equipo directivo, orientadores, docentes y familias)
- Que se adapte la orientación a las necesidades diversas del alumnado: la orientación nace y termina en el alumno; él es su razón de ser.
- Que el alumno tenga acceso a una orientación personalizada.
- Incluir a las familias como agente activo.
- Vincular los contenidos de las asignaturas con ámbitos profesionales.
- Que los alumnos mantengan encuentros con antiguos alumnos y profesionales
- Que tengan experiencias en diferentes contextos laborales.
- Que utilicen la información sobre el mercado laboral que facilitan instituciones públicas y privadas
- Preparación para itinerarios educativos post-obligatorios.
Para cada uno de estos 10 puntos de referencia en orientación académico-profesional, el modelo incluye una herramienta de autoevaluación que facilita a los centros un diagnóstico de su desempeño actual y les da acceso a recomendaciones y recursos de utilidad con los que establecer un proceso de mejora continua en sus sistemas de orientación. Sirve para identificar fortalezas, establecer prioridades y organizar la estrategia del centro en relación con otros agentes clave (familias, empresas, otras instituciones educativas, etc).