Si hay algo que está demostrando esta crisis educativa que ha impuesto el Covid-19 es que un colegio es mucho más que las clases, que es compromiso, comunidad, solidaridad y mucha, pero que mucha creatividad. Y para hablar de todo eso, nos hemos fijado en algunos colegios del Grupo Educativo COAS (Vizcaya, Guipúzcoa, La Rioja).
A los pocos días de que la epidemia de coronavirus desbordara a los centros de salud y los hospitales, los profesores del Colegio Erain-Eskibel de Guipúzcoa se pusieron a fabricar pantallas faciales protectoras para el personal sanitario en la impresora 3D del colegio. Se incorporaron al grupo Coronavirus Makers, que llegó a unir a más de 11.000 personas en todo el mundo y que tanto hizo por atender la escasez de material de protección y hasta por fabricar respiradores para los pacientes con insuficiencia respiratoria que no tenían hueco en las UCIs.
La impresora de Erain-Eskibel fabricaba una visera cada hora, y todas ellas fueron recogidas por los servicios de emergencia del País Vasco para llevar a los centros sanitarios que consideró oportuno, según informan en el Grupo COAS.
Días después fueron familias y antiguas alumnas del colegio Ayalde-Munabe las que pusieron en marcha una red de hasta 200 voluntarios para confeccionar, desde sus casas, batas de protección con bolsas de basura resistentes. Envío de patrones e indicaciones mediante, en 25 días han logrado hacer 7.500 batas que han ido a parar a varias residencias de ancianos, al Hospital de Cruces y a la Clínica del IMQ. En la imagen puede verse al personal de estos centros agradeciendo el trabajo a los voluntarios, muchos de ellos de Ayalde-Munabe.
“Nos enorgullece contribuir dentro de la incertidumbre provocada por el coronavirus y ser un ejemplo para nuestros hijos, que deben concienciarse de que hay que ayudar a los demás y contribuir a
mejorar la sociedad en la que vivimos”, dicen desde esta red de familias.
Y en La Rioja, los alumnos de 5º y 6º de Primaria y de 1º y 2º ESO del colegio Alcaste-Las Fuentes han enviado cartas al Hospital de San Pedro para animar a los enfermos de coronavirus ingresados. «Desde esta institución les han contestado diciendo que sus cartas ya se están entregando y que son de gran ayuda en estos días», cuentan desde COAS.
Con todas estas acciones, señalan, «la comunidad educativa también pone su granito de arena en esta crisis sanitaria».
Y al compromiso social de estos colegios, estos días se une también el impulso de la creatividad durante el confinamiento, ya que han puesto en marcha dos concursos, uno de microrrelatos y otro de vídeos, para los alumnos, antiguos alumnos, familias y trabajadores de los colegio. La temática: el coronavirus.
Las clases, online
En la actividad académica, los colegios de COAS han seguido una planificación estratégica común, siguiendo todos los docentes el mismo patrón organizativo con sus alumnos. De esta manera han logrado mantener la rutina de las clases presenciales, pero en soporte digital.
De 5º de Primaria a Bachillerato, los alumnos reciben sus clases online todos los días por Google Meet. La asistencia es obligatoria y la evaluación de las asignaturas se está llevando a cabo con Kahoot y Google Formularios, nos cuentan. Aunque la mayoría del profesorado estaba preparado para usar estas herramientas, porque en las aulas de esos cursos ya se trabajaba con el iPad en clase, algunos han tenido que aprender en los primeros días de la crisis de la mano del coordinador TIC del grupo educativo.
De 1º a 4º de Primaria, al ser los alumnos menos autónomos, el número de clases online se limita a dos al día y el resto de explicaciones las siguen a través de los vídeos que elaboran los profesores.
«Nuestro reto actualmente», explican en COAS, «es organizar encuentros de Meet en grupos de 10 para alumnos de Infantil». Y en todos los cursos, los alumnos han tenido una reunión personal con su tutor a través de Meet cada 15 días.