El presidente de CECE, Alfonso Aguiló, y el secretario general, Santiago García, asistieron a la toma de posesión de la nueva ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, el pasado 12 de julio, le ofrecieron su colaboración para los desafíos que tiene por delante y le manifestaron su deseo de que las políticas y normas que están por llegar sean producto del consenso con el conjunto de la comunidad educativa.
En los primeros días de su mandato, Pilar Alegría ha hecho reiteradas alusiones a su apuesta por el diálogo y por la búsqueda de consenso, pero también comenzó así Isabel Celáa hace tres años y después hizo una ley educativa hostil con el 30% de la comunidad educativa –la de la escuela concertada– y con los centros de educación especial. Alfonso Aguiló lo recordaba en una entrevista en la Cadena COPE: «Cuando llegó Isabel Celaá también le precedía una fama de persona dialogante, y al principio lo fue y tuvimos buenas oportunidades de colaborar, pero finalmente fue un desastre», señaló el presidente de CECE, convencido de que algunos puntos de la LOMLOE responden a peajes ideológicos que el PSOE ha pagado a sus socios de Unidas Podemos.
Como la aritmética parlamentaria y la alianza de Gobierno no ha cambiado, las cautelas con Alegría están ahí, pero Aguiló considera de indudable interés que haya «un cambio» en el Ministerio. «Lo veíamos un poco paralizado y con falta de voluntad consenso y negociación. Hay muchas normas pendientes de desarrollo y espero que con este nuevo impulso puedan mejorar algunas cosas», señaló en la entrevista con COPE.
En una reciente entrevista con Actualidad Docente –con Celáa aún en el Ministerio– el presidente de CECE también incidía en la necesidad de recuperar la concordia y el acuerdo: «La mejora educativa se promueve con una cultura de la colaboración, no con una dialéctica de batalla».
Para Aguiló, los desarrollos normativos de la LOMLOE que tienen que concretarse próximamente son claves, en el sentido de que podrían relajar –o al menos no agudizar– la hostilidad hacia la concertada plasmada en la ley orgánica.
«Los desarrollos pueden arreglar los estropicios de las leyes y ésa es nuestra confianza», señaló Aguiló en COPE. «Lo que queremos es colaborar. Deseamos que haya una buena relación y que sirvamos de ayuda para desarrollar una ley que no nos gusta para que no empeore», puntualizó.
En esa línea de búsqueda de consenso, para CECE hay cuatro prioridades claras en el nuevo mandato en el Ministerio de Educación y FP:
- «Que los desarrollos curriculares se hagan cuanto antes porque llevan seis meses y no hemos conocido aún ningún borrador, y que se hagan con consenso».
- Que, en particular, «en ese desarrollo se llegue a un acuerdo sobre la asignatura de Religión con la Conferencia Episcopal«.
- Que la Ley de FP sea «una ley con consenso» y «que no se estropee luego en el trámite parlamentario como ocurrió con la LOMLOE». «Nos ha parecido bastante bien el anteproyecto, hemos hecho algunas sugerencias y pensamos que puede ser una ley con consenso», comentó el presidente de CECE. «Para que el país se recupere la Formación Profesional es fundamental, es importante mejorarla y mejorar su prestigio, y es importante una ley en la que quepamos todos», puntualizó.
- «Que las ayudas europeas para escuelas infantiles, que ahora mismo están limitadas a escuelas públicas, se abra a toda la red porque las ayudas europeas no son sólo para los que eligen escuela pública, sino para levantar todo el país«.