ACTUALIDAD DOCENTE

Información y reflexión sobre educación.

  Una publicación de

#cibervalientes, la campaña del CEU contra el ciberacoso

Google+ Pinterest LinkedIn Tumblr +

Expertos de la Fundación CEU ponen el acento en la facilidad con la que estas conductas se extienden en las redes sociales y en el importante papel de los centros educativos para prevenirlas y minimizarlas

El acoso en las aulas afecta a uno de cada tres estudiantes en edad escolar, según la Unesco. Desde que las redes sociales se convirtieron en un arma más del acoso, las víctimas pasan a sufrir el acoso fuera del tiempo y el espacio escolares. Ya no vale desentenderse con el clásico “eso ha pasado toda la vida” porque las redes llevan poco tiempo con nosotros y los menores entran en ellas sin conciencia de su fragilidad.

Con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, este 2 de mayo, la Fundación CEU lanzó la campaña “Cibervalientes contra el acoso” que pone el foco en la concienciación sobre el ciberacoso y en lo vulnerables que son los menores en internet.

“Hablamos de humillar, de insultar en las redes sociales, de cancelar cuentas usando denuncias falsas en las propias redes sociales, de hostigamiento y ridiculización; también de presión y coacción a los amigos de la víctima para que no den likes al acosado y así conseguir que se le vaya aislando”, describe Loli Botía, psicopedagoga y profesora de Educación de la Universidad CEU Cardenal Herrera.

Detrás de estas conductas, advierte, suele haber un afán de empoderamiento y liderazgo por parte de los acosadores, pero la psicopedagoga alerta, sobre todo, del efecto anestésico de las pantallas sobre la conciencia de los menores. “Un niño o una niña que usa internet no siente la empatía por el otro que tiene cuando se encuentra físicamente ante él. Hay mayor impulsividad a la hora de dar un like o hacer un comentario. Hay mayor sentimiento de impunidad porque estoy con una pantalla; no tengo a la persona ahí. Todo eso hace que cada vez haya más niños y niñas que sufren ciberbullying”.

Por eso, según ilustra el vídeo de la campaña, ser “cibervaliente” es, sobre todo, pararse a pensar. Sólo de esa manera los menores podrán llegar a no secundar y viralizar ofensas (por ejemplo, con reenvíos inconscientes y comentarios impulsivos) y atreverse a no seguir los dictados del acosador. En definitiva, no hacer lo que no te gusta que te hagan. Y en caso de que tú seas el humillado, ser «cibervaliente» es avisar a tu familia y a tus profesores cuanto antes.

Aunque el ciberacoso supere las fronteras escolares, desde los colegios puede hacerse mucho para minimizarlo. Luis Martínez-Abarca, director de Colegios CEU, explica la importancia del Plan de Convivencia del centro y de hacer que alumnos y familias lo conozcan y se comprometan con él.

Sus consejos: “Trabajar, sobre todo, en la prevención, convirtiendo al grupo en garante de la seguridad de cada uno de sus individuos”, lograr un clima de “predisposición al diálogo que construya la confianza necesaria para resolver los conflictos o dar a conocer situaciones no deseadas” y “fomentar las amistades fundamentalmente presenciales, imprescindibles para una sociabilidad sana”.

Martínez-Abarca también anima a los padres a “estar más implicados en su entrada en el mundo digital para prevenir que los hijos sean partícipes de conductas de ciberacoso, sea como víctimas o como acosadores.

Comparte.