- Fundación Bertelsmann crea un modelo de indicadores para ayudar a los centros a sumar la orientación profesional a su proyecto educativo
- Anaya introducirá contenidos y actividades sobre profesiones y perfiles profesionales en los libros de las materias troncales de Secundaria
- CECE impulsa en sus colegios la orientación profesional como estrategia de centro
- Sir John Holman presentó los ‘Gatsby benchmarks’ con los que trabajan los colegios en Reino Unido
La Orientación Profesional se coló en los trending topics de Twitter el pasado jueves gracias a un acto que organizó la Fundación Bertelsmann, junto a la patronal educativa CECE y la editorial Anaya.
La orientación académica y profesional de los jóvenes durante la Educación Secundaria ya forma parte de las estrategias de gobierno en educación en otros países como Finlandia, Alemania, Canadá, Holanda, Irlanda y, más recientemente, Reino Unido. Lo contó en Madrid Sir John Holman, investigador británico autor de la Good Career Guidance de la Gatsby Foundation, la guía en la que se ha basado el Ministerio de Educación británico para implementar su estrategia nacional de orientación profesional en los centros de Secundaria.
Sir John Holmann impartió una conferencia sobre los indicadores de referencia de dicha guía para orientación en las escuelas –conocidos como Gatsby benchmarks– y mantuvo un encuentro con medios de comunicación para ahondar en “la importancia de abordar la orientación en los colegios” y arropar la propuesta española de la Fundación Bertelsmann que, de hecho, ha tomado como punto de partida los ‘indicadores Gatsby’.
“Es muy importante para la movilidad social hacer orientación académica y profesional en los colegios”, incidió Sir John Holman. Según explicó, «muchos niños no tienen en su familia referencias» de profesiones de cualificación alta ni van a encontrar en sus familias consejos sobre trayectorias académicas que le lleven hacia unas profesiones u otras. “Esos consejos deben recibirlos en el colegio. Es muy importante desde el punto de vista social que la escuela haga eso”.
Según la OCDE, en España hacen falta cuatro generaciones para salir de contextos socioeconómicos bajos e ingresar en la clase media. Según revelan los estudios PISA de la OCDE, la condición socioeconómica de las familia tiene un peso decisivo en su rendimiento académico. La escuela, al menos en España, tiende a reproducir las desigualdades de origen, más que a paliarlas. Por ello le preguntamos a Sir John Holman si consideraba que la orientación en la escuela era la clave para que la educación funcione como ascensor social. “Estoy totalmente de acuerdo”, respondió.
En la Fundación Bertelsmann, Juanjo Juárez, responsable del modelo Xcelence, de indicadores sobre orientación profesional para las escuelas españolas, manifestó que probablemente haya más de un factor clave en España para que la escuela sea ascensor social, pero convino que “sin la orientación desde la escuela, las posibilidades de que muchos niños conozcan muchas profesiones son limitadas y no van a tener otra manera de llegar a conocerlas”.
De ahí, que Bertelsmann lleve ya cinco años promoviendo la orientación profesional para los colegios y los docentes con diversas iniciativas, y que ahora esté trabajando con 68 colegios en evaluar sus acciones de orientación según el modelo de indicadores que ha desarrollado, y también que se haya aliado con la patronal CECE para impulsar la orientación en sus colegios y para formar a su profesorado.
Pero, probablemente, la iniciativa de más calado y la que va a contribuir de manera más directa a introducir la orientación profesional en las aulas es el acuerdo con la editorial Anaya que presentaron esta semana. Juntos están trabajando en nuevos libros de texto y materiales escolares para ESO y Bachillerato que lleven impregnada la llamada “perspectiva de orientación”. El propio John Holman se mostró muy interesado en la iniciativa y en hacer seguimiento de su impacto.
El profesor y su material curricular
Tanto para Bertelsmann como para Anaya, el profesor es la piedra angular de cualquier estrategia de orientación profesional, ya que, como incidió el británico, “es quien pasa más tiempo con el alumno y tiene muchas oportunidades en su día a día de conectar sus materias con las profesiones”.
“Para casi todos los que estamos aquí, hubo un día un profesor que nos abrió camino, que nos inspiró”, dijo la directora de la Fundación Bertelsmann, Clara Bassols, en su intervención ante más de un centenar de representantes de centros educativos.
“Queremos que el profesor vaya más allá de su materia, que se pregunte si la asignatura que imparte tiene relación con el mundo profesional en el que vivimos, que piense que puede ayudar a sus alumnos y que incorpore esa visión a las clases”, subrayó Bassols.
Para conseguir que el profesor refuerce el papel orientador, Bertelsmann propuso a Anaya ayudarlos desde los libros de texto y los materiales de clase. “Queremos que lo tengan accesible en su día a día, que lo tengan todos y que no tengan que hacer el esfuerzo de ir buscarlo”, subrayó Bassols.
“Queremos que el profesor tenga su material curricular pautado con perspectiva de orientación profesional, que los contenidos que imparta lleven asociados ejemplos o actividades exploratorias para los alumnos, de manera que, a través de la enseñanza cotidiana, descubran perfiles profesionales alineados con sus intereses y capacidades, y que también cuenten con una demanda real”.
Anaya no lo dudó un momento, según aseguró Carlos Marchena, director general de la división educativa de Anaya Educación. El nuevo material curricular de las asignaturas troncales de ESO y Bachillerato se está elaborando ya y estará disponible para el curso 2019-20.
Más allá del orientador
Carlos Marchena manifestó su convicción personal respecto a la necesidad de tal iniciativa. Por su experiencia como docente antes de ser editor, él ya tenía muy claro que “la tarea en solitario del orientador en un colegio no llega a ningún sitio” y que la orientación “debe ser una tarea compartida, interdisciplinar y común” si queremos “que los jóvenes estén preparados para tomar decisiones de manera consciente e informada”.
En los colegios e institutos de España, la figura del orientador siempre ha tenido un perfil psicopedagógico y curricular. Además, tenemos un orientador escolar por cada 700 alumnos, cuando la ratio recomendada por la OCDE es 1/250.
“El orientador trabaja en solitario; hace lo que puede e incluso a veces lo que no puede, y no tiene información sobre el mercado laboral y las competencias y perfiles profesionales que demanda”, describió Santiago García, secretario general de CECE. Por ello, incidió en que “la orientación profesional es una responsabilidad de todos, debe enfocarse como un cambio estratégico en los centros educativos”.
García advirtió de que “esto hay que hacerlo bien” y no adoptarlo como “otra carga más para el profesor”. “Si lo hacemos bien, con visión estratégica de centro, redundará en el bienestar de toda la sociedad”, les dijo a los equipos directivos presentes en el acto.
Tanto CECE, como Bertelsmann como Anaya están convencidas de que una buena orientación académica y profesional en Secundaria mejorará los índices de abandono temprano del sistema educativo (19%), de abandono en primer curso de la Universidad (22%), de matriculación en Formación Profesional (desconocida y denostada por muchos alumnos, profesores y familias, pero necesaria para las empresas), de sobrecualificación profesional juvenil (35%) y de paro juvenil (33%).
Tras su participación en la mesa redonda sobre el papel de los centros en la orientación profesional, el público asistente preguntó a Santiago García qué podía hacer una patronal educativa por la orientación profesional. El número 2 de CECE respondió:
“Primero, estar convencido de que es una necesidad. Segundo, transmitirlo a los equipos directivos. Tercero, dar formación al profesorado para que sepa cómo hacerlo”. CECE cumple con las tres y, de hecho, es uno de los principales aliados del plan de orientación profesional impulsado por la Fundación Bertelsmann desde el primer momento.
El acto estuvo respaldado por el Ministerio de Educación con la presencia de Pilar Bordonaba, asesora de la Subdirección General de Orientación y Aprendizaje a lo largo de la vida del Ministerio.
Aunque el Ministerio de Isabel Celaá haya tenido corta vida, ha sido el primero que ha situado la orientación profesional en el mapa del sistema educativo, al hablar de su relevancia dentro de su plan de intervención de la Formación Profesional, presentado en noviembre de 2018.