El pasado martes día 24 de enero, la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval), celebró una de sus jornadas «Un Café con la Educación» con la participación de Dolors López, coordinadora del Plan de Formación de Profesorado en prevención del suicidio de la Conselleria de Educación de Valencia.
López explicó frente a más de 150 asistentes de toda la comunidad educativa qué hacer y qué no cuando existe un posible suicidio en la clase, cómo detectarlo y tratarlo.
Durante su intervención, la experta anunció que existen numerosos recursos sobre prevención del suicidio, y animó a los profesores a consultar el protocolo de la Consellería de Educación de Valencia publicado recientemente sobre autolesiones y conductas suicidas. “Mirar para otro lado, no es una solución a un problema que nos incumbe a todos”.
La ponente alentó al profesorado a “sujetar a aquellos a los que les fallen las fuerzas, a intervenir y detectarlo lo antes posible y a trabajar por la vida”. Afortunadamente, “el suicidio se puede prevenir”, sentencia.
“Cuando una persona se suicida al menos ocho personas de su entorno sufren un desgarro personal enorme, además a estas personas nadie les ayuda ni existen protocolos para hacerse cargo de su dolor, eso es algo a mejorar”, aseguró, y por ello, la ponente solicitó a las autoridades competentes, más recursos para evitar y superar esta tragedia.
Existen varios factores de riesgo
-El haber tenido una tentativa es el más claro de todos, pero también puede ser sufrir de un trastorno mental, o sufrir realidades como el acoso o la violencia de género. Es especialmente relevante el colchón social del afectado que le haga sentir que tiene una red de protección.
-También influye el autoconcepto y la autoestima de cada uno. Los ejemplos inalcanzables de lo que nos dice la sociedad de qué es ser hombre y qué es ser mujer, etc. “Si juntas varios factores de riesgo, las posibilidades aumentan».
Referencias nacionales
Los estudios publicados recientemente revelan el aumento sostenido de los fallecimientos por esta causa desde 2018 y un repunte «preocupante» de las muertes tras la aparición del Covid-19 especialmente en la adolescencia.
Los datos del informe «Evolución del suicidio en España en este milenio (2000-2021)», realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), del Centro de Investigación Biomédica en Red Salud Mental (Cibersam) y del hospital del Mar de Barcelona, no son optimistas, y que revelan que el número de suicidios en España «se va acercando peligrosamente a la media mundial marcada por la OMS» y cada vez más próxima a las tasas más altas del mundo, como las de EEUU y los países nórdicos.