El viceconsejero vasco de Formación Profesional añade a la afirmación del título esta otra: «El Gobierno vasco lo que dice lo hace»
«Nuestra visión estratégica de nuestro modelo nos ha convertido referentes para Europa», explica Arévalo
Durante la entrevista, Jorge Arévalo nunca se refiere a la Formación Profesional como “FP” o “la FP”, expresión acuñada desde hace décadas con un lastre de sambenitos que, sin embargo, en Euskadi no tiene. A veces, las denominaciones quedan desenfocadas por las etiquetas que se le cuelgan y hay que luchar por recuperarlas en su estricto sentido.
El viceconsejero vasco de Formación Profesional es un referente en eso mismo en Euskadi, en España y también en Europa. Quienes conocen o quieren conocer la Formación Profesional desean escucharlo. Inspira escucharlo. Pero para construir una Formación Profesional fuerte, no vale con inspirarse. En el País Vasco lo saben y esta entrevista da una idea de todo el trabajo y el compromiso de Gobierno que hacen falta.
Jorge Arévalo atendió a Actualidad Docente en vísperas del Congreso Internacional de Formación Profesional, que organizó el Departamento Vasco de Educación a finales de mayo. En él presentó el V Plan Vasco de Formación Profesional ante autoridades de la Comisión Europea, de la UNESCO y de diferentes países.
P. ¿Qué retos nuevos atiende el V Plan Vasco de Formación Profesional? ¿Por qué un nuevo plan?
R. El V Plan se ha establecido por la necesidad urgente que tiene el desarrollo de la cuarta revolución industrial. Lleva un avance tan rápido y tan grande, que no sólo va a afectar al ámbito de la industria, sino a la sociedad en general y a todos los sectores productivos. Esto ya dio lugar al IV Plan Vasco, que se está desarrollando y que acabaremos de desplegar al cien por cien en 2020, pero nos vemos en la necesidad de poner en marcha un nuevo plan que dé respuesta a las necesidades que se plantean en un entorno de conectividad, digitalización y robótica y que va a hacer que las cosas y la forma de trabajar cambien de una forma muy diferente. De manera que en la Formación Profesional también hay que hacer cambios importantes: en la estructura de los centros y de las aulas, en las necesidades de aprendizaje, en las metodologías y en la tecnología que tenemos que utilizar, que es mucho más avanzada y va dirigida a campos muy diversos: la robótica, la impresión 3-D, los drones, la realidad aumentada y la realidad virtual, todo lo que supone el internet de las cosas y el big data. Todo eso lo atiende el V Plan Vasco para que la Formación Profesional prepare a las personas de manera que puedan desenvolverse con soltura y tranquilidad en ese entorno.
P. Eso, ¿en qué medidas concretas debería traducirse en FP? ¿En mayor colaboración con empresas?, ¿en la necesidad de nuevos ciclos formativos?, ¿en nuevos cursos de especialización?
R. Lo primero, en la actualización de los títulos que tenemos ahora. Hay títulos que con actualizarlos nos pueden servir. Luego, reforzarlos con nuestros programas de especialización. Al Ministerio le lleva mucho tiempo hacer cambios en un título; entonces, lo que hacemos es actualizarlos nosotros en la parte de competencia que tenemos y luego reforzarlo con programas de especialización específicos para preparar a las personas en esos campos que he citado antes.
P. ¿Hasta ahora cuántos programas de especialización habéis puesto en marcha?
R. Hemos puesto en marcha 13 y pendientes de poner en marcha tenemos 20. Pero, vamos, los programas son tantos como sean necesarios. Según lo que se va necesitando, se van poniendo en marcha. Mientras el Ministerio va elaborando sus cursos de especialización, nosotros vamos poniendo en marcha éstos porque la respuesta a los sectores productivos tenemos que darla ya. Todos esas campos son muy nuevos y requiere hacer cambios de estructura importantes en parte del aprendizaje, aunque, como decía, modificando parte de los títulos también podemos dar respuesta a nuevas necesidades.
P. Tanto el plan que está en marcha, como el que está pendiente de aprobación ¿tienen la visión y la dimensión de un plan de Gobierno?, ¿o depende de Educación, mayoritariamente? ¿Hay implicadas diversas áreas de gobierno y diferentes agentes sociales?
R. Es un plan estratégico de Gobierno y por ello no depende sólo de Educación. Participan otros departamentos también y se coordinan desde el propio Gobierno, de manera que las cosas que se plantean se puedan hacer en línea con lo que se plantea en el Plan de Ciencia y Tecnología o en los planes de Empleo. Los objetivos no son sólo del sistema educativo; sino que dan respuesta a objetivos del Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras, o del Departamento de Empleo. Tenemos que dar respuesta a muchas cosas. Por eso es un plan estratégico de Gobierno.
P. ¿Qué papel desempeñan las empresas a la hora de diseñar un plan estratégico de FP? ¿Hacen falta compromisos por su parte para poner en marcha determinadas cosas?
R. No sólo las empresas. Los sindicatos también tienen un papel importante. Este plan y todos los demás los hemos consensuado con los agentes sociales, de manera que las patronales nos dicen sus necesidades, ya que trabajamos muy codo con tanto con ellas como con las propias empresas, y los sindicatos nos aportan muchos puntos de vista del ámbito laboral. Antes de pasarlo a aprobación de Gobierno, lo hemos acordado con todas las partes, y eso es una de las cosas que mejor se ha hecho en todos los planes de Formación Profesional: nos da garantía de que estamos todos trabajando con los mismos objetivos.
P. ¿Hay previsiones de aumento de plazas y docentes en determinados ciclos formativos?
R. Nosotros tenemos datos de empleo muy concretos de aquí a 2020 y sabemos que hay que cubrir cerca de 100.000 puestos de trabajo y sabemos que el 49% de esos puestos requieren una titulación de Formación Profesional, 28% son para titulados universitarios, entorno a un 11% para educación básica y un 9% para titulados en Bachiller. Saber eso es muy importante para nosotros porque planificamos en base a unas necesidades que sabemos que vamos a tener. ¿Necesitamos más gente en Formación Profesional? Evidentemente. Sobre todo en los sectores industriales. Tenemos que garantizar que hay personas preparadas para ello porque se traduce en competitividad para nuestras empresas y que la economía vaya bien. Hay que cuidarlo con mucho mimo.
P. ¿Esa planificación implica reducir plazas en ciclos menos necesarios para las empresas?
R. Intentamos buscar un punto de equilibrio. Hay plazas de todas las titulaciones, pero intentamos tener en cuenta dónde hay más empleo y dónde hay menos. En los ciclos formativos que tienen menos empleabilidad hay menos plazas y en los que tienen mayor empleabilidad hay más plazas. Entendemos que la Formación Profesional debe dar respuesta a la sociedad y ser eficiente, y que si estudias una Formación Profesional, es para trabajar.
P. ¿Hay dificultad para encontrar profesorado competente en las tecnologías avanzadas que antes citaba, como, por ejemplo, los drones, la realidad virtual…?
R. No es que haya que buscar, sino conseguir que nuestro profesorado se implique en su propia formación. Se está formando a muchísimas profesoras y profesores en esas áreas emergentes para trasladarlo a las aulas. Es una de las cosas que siempre agradecemos: el esfuerzo del profesorado en su propia formación para poder estar al día.
P. ¿Sería deseable que pudieran participar en la enseñanza más especialistas del mundo de la empresa?
R. A mí lo que me preocupa es que nuestro profesorado esté preparado y aquí lo están haciendo muy bien, se están esforzando mucho. Luego con los expertos de empresas trabajamos mucho en el diseño de los programas de especialización, o en otros contextos, como cuando los centros hacen innovación aplicada en apoyo a pymes para que puedan cambiar sus procesos productivos o poder fabricar nuevos productos. Todo eso implica una colaboración muy estrecha. Y cuando ya necesitamos que nuestro alumnado se forme en áreas muy específicas, tenemos la Formación Profesional Dual. Ahí, la preparación a cargo de expertos la tenemos asegurada.
P. ¿Cuántas empresas hay embarcadas en FP Dual?
R. Hemos pasado de tener un centenar de empresas en el curso 2012-2013, a tener ahora más de 1.200, para casi 2.000 alumnos. Son datos que conllevan una gestión muy compleja porque aquí la FP Dual se hace muy en serio y se refuerza mucho la formación para empresas en concreto.
P. En cualquier foro, grande o pequeño, donde se hable de FP, siempre se oye a alguien decir “los vascos sí que lo hacen bien”. ¿Qué es eso que marca la diferencia y que parece tan difícil para otros?
R. No creo que sea difícil. Probablemente se trate, más bien, de las posibilidades que tiene cada uno de desarrollar. La Formación Profesional tiene que ser una apuesta real de un Gobierno; no vale con las palabras. Se habla mucho de la importancia de la Formación Profesional para el futuro; se dice mucho, pero se hace poco. El Gobierno vasco lo que dice lo hace. Si la Formación Profesional es estratégica, se hace un plan estratégico de Gobierno que tiene un presupuesto estratégico. Tiene que haber una inversión importante por parte del Gobierno; hay un esfuerzo descomunal por parte de los centros y del profesorado. Se trabaja muchísimo en red, y ahí incluyo tanto a los del sistema público, como a los del sistema concertado. Trabajamos en los mismos proyectos, con los mismos objetivos, con los mismos tipos de formación. Trabajamos de manera coherente y coordinada porque los objetivos son conjuntos. Esa coherencia y ese trabajo conjunto nos da una consistencia fuerte para dar las respuestas adecuadas a lo que precisan los sectores productivos y también las personas. También para mirar al futuro hay que coordinarse con otros departamentos. Eso nos permite anticiparnos. Tenemos tres capacidades fundamentales: capacidad de adaptación y de reacción, que han ido funcionando bien desde hace tiempo, y ahora ya podemos permitirnos tener capacidad de anticipación. La Formación Profesional se está planificando pensando en ese futuro que antes comentaba y en esas necesidades de profesionales. Las políticas que hacemos no son sólo de gestión diaria, sino de anticiparnos de manera estratégica pensando en lo que nuestras empresas van a necesitar. La Formación Profesional participa de igual a igual en el desarrollo de la economía del País Vasco en los próximos años.
P. ¿Cómo es acogida la FP en la sociedad, en los jóvenes y en sus familias?
R. Para ellos es una alternativa. En la sociedad vasca ha habido un cambio muy importante en los últimos años. Tienen la visión de una Formación Profesional moderna y avanzada; no tiene ese lastre que tiene en otros sitios de verse como una segunda posibilidad para quienes no podían llegar a hacer no sé qué otras cosas. Va calando la idea de que la Formación Profesional no es una alternativa a la universidad, sino que es primer paso importante aunque luego se vaya a seguir por la universidad. La Formación Profesional abre unas vías de empleabilidad muy grandes y no cierra ninguna puerta. Si sigues luego por la Universidad, la Formación Profesional te ha dado una preparación y unas destrezas que va a reforzar mucho tu perfil profesional. Eso va calando, pero es una idea que queremos reforzar.
P. El País Vasco tiene el porcentaje más alto de alumnos de Grado Superior procedentes de Bachillerato.
R. Ahí hay que añadir una variable que es muy importante: el tejido productivo en el País Vasco necesita profesionales, y sobre todo, va a necesitar profesionales con un perfil de nivel de cualificación mayor que el que tenían: con una alta cualificación y con especialización también, pero sobre todo con una componente cultural, científica y tecnológica de antemano. Ya no vale gente con cualquier tipo de estudios. Cada vez necesitamos personas con un mayor nivel de formación de base. Que los alumnos vengan a estudiar Formación Profesional habiendo estudiado Bachillerato nos refuerza muchísimo ese nivel de preparación de base tan necesario para luego tener el nivel que les permita desarrollar su trabajo, sobre todo en el campo industrial y en terrenos afines, como el comercio internacional o la informática.
P. Hablemos de Tknika, un referente en España y en Europa sobre la innovación aplicada a la FP y la FP aplicada a la innovación.
R. Tknika es el Centro de Investigación y de Innovación Aplicada en la Formación Profesional del País Vasco. Es el centro que va explorando nuevos entornos, nuevas tecnologías, nuevos procesos, nuevos métodos de aprendizaje… Va viendo por dónde van los sectores emergentes. Probamos allí todo lo que pensamos que puede ser el futuro de la Formación Profesional en colaboración con algunos centros. Para nosotros es nuestro centro explorador, el que avanza por esos entornos nuevos que van surgiendo y el que va abriendo camino para que luego los centros puedan ir trabajando y preparándose. Tknika da también formación al profesorado en esos nuevos campos.
P. ¿Cuánto cuesta Tknika?
R. No hay que confundir. Tknika no cuesta. Tknika es una inversión. Allí están trabajando hora mismo 37 especialistas, que trabajan en red con más de 223 profesores y profesoras. Si usted calcula el coste de todo ese profesorado, es realmente muy alto. Y el coste que tenemos en equipamiento es altísimo.
P. ¿Qué valora la Comisión Europea de la FP vasca como para considerarles referentes de ello en Europa?
R. La línea estratégica que tenemos, cómo hemos planteado la salida de la crisis. A mí el Gobierno vasco me puso a trabajar para la salida de la crisis en el peor momento de la misma y para salir reforzados de ella. Había que preparar cosas nuevas y diferentes, y así se lo expusimos a la Comisión Europea. En 2014 se les trasladó ya lo que iba a ser el IV Plan Vasco de Formación Profesional y desde ahí nos hicieron un seguimiento de cómo se ha establecido un modelo, que no es modelo tradicional, sino que combina tres elementos: formación, innovación y emprendimiento. Una formación adecuada a las necesidades reales de nuestro tejido productivo; una innovación aplicada, que supone otros tipos de aprendizaje y otras competencias nuevas, una modificación profunda de la enseñanza y el aprendizaje, y de los propios centros; y formar a muchísimo profesorado para que pudieran impartir los ciclos formativos desde otra perspectiva. Metimos los ciclos de alto rendimiento, que están sacando a unas personas con una preparación muy superior a la de antes. Estamos ahora mismo en un nivel de cualificación muy importante. Otra innovación fue el apoyo desde los centros a pequeñas empresas, sobre todo micropymes. Y, por último, el emprendimiento: que los centros de Formación Profesional también dinamicen e impulsen la creación de empresas. En este curso 2017-18 hemos creado en los centros de Formación Profesional 112 empresas. Vamos a una media de 100 al año. En definitiva, lo que más ha valorado la Comisión Europea es que tenemos un modelo muy solvente de formación y de innovación que responde a las necesidades de los sectores productivos. Todo ese modelo, que ya esta en el IV Plan, y que tiene ahora continuidad en el V Plan, ha demostrado una visión estratégica que nos ha marcado como referente para Europa. Estamos muy orgullosos de ello, pero lo que nos importa verdaderamente son las necesidades que tienen los sectores productivos y las personas, para que puedan trabajar y para que las empresas puedan ser competitivas.
P. ¿Este reconocimiento se ha traducido en algún compromiso con la Comisión Europea?
R. Ahora van a estar aquí, en el congreso. Nosotros estuvimos en Bruselas hace unos dos meses. Les trasladamos nuestros datos. Acabamos de trasladarles la puesta en marcha de diferentes proyectos; luego vendrán a final de año para ir viendo otras cosas en campos muy avanzados de la industria. Al final se mantiene una relación de “ellos saben lo que estamos haciendo” porque se lo trasladamos todo, estamos pendientes unos de otros; y luego ellos se lo trasladan a otras regiones, que vienen a visitarnos de su mano para ver lo que hacemos. Hay que tener en cuenta que cada uno tiene su cultura de trabajo y de formación, y que es imposible que nos copiemos unos a otros. Se pueden tomar ideas y ver luego cómo lo adapta uno a su cultura y su formación. Eso es lo que supone ser un referente. Tenemos muchas visitas. Tknika ha tenido este año visitas de más de mil personas de otros países. También muchos han visitado centros nuestros. Tenemos relación con 42 países, 22 de la UE y 20 de otros continentes.
P. Y dentro de España, ¿cómo van las relaciones con el Ministerio?
R. Es un tipo de relación diferente. La relación que tenemos con el Gobierno de Madrid, con el Ministerio de Educación, con la Secretaría de Estado y con la Dirección General de FP, es fluida y muy buena; de colaboración mutua. Todo lo que vamos haciendo se lo comunicamos y, lo que es más importante, le explicamos por qué. Porque puede ser que a otras Comunidades Autónomas les pueda venir muy bien. La colaboración con la Administraciones autonómicas la tenemos siempre abierta. Algunas vienen a visitarnos y estamos siempre a su disposición para ayudar en lo que podemos. Ahora bien, la Comisión Europea tiene otro tipo de necesidades. La política que está llevando adelante el Gobierno vasco va coordinada perfectamente con las líneas marcadas por la Comisión. Estamos dando respuesta a sectores emergentes y entrando en terrenos que todavía no han surgido. Por ejemplo, en ciberseguridad, que es un tema de gran preocupación para la Comisión Europea, nosotros ya estamos preparando personas. Igual en la Industria 4.0. Para ellos son campos de sumo interés porque, al final, Europa tiene que competir con EEUU y con Asia y tiene que ser competitiva y anticiparse.
P. Está a punto de presentarse el nuevo decreto de FP Dual. ¿Qué le falta a la FP Dual? ¿Cómo puede mejorar?
R. Ahí lo hemos hablado mucho todos con el Ministerio y estamos todos de acuerdo en que hay dos cosas muy importantes: que haya una unidad de objetivos desde una diversidad de planteamientos. Eso es fundamental y lo tenemos todos claro. Los objetivos que se persiguen es formar a los profesionales que se adapten a las necesidades del tejido productivo de cada comunidad autónoma para que esas personas puedan tener un empleo y las empresas puedan ser más competitivas. Pero luego eso hay que hacerlo desde una diversidad porque en cada comunidad autónoma tenemos sectores productivos muy diferentes, culturas en las empresas muy diferentes y hay que poder adaptarse a todo ello. Si buscáramos un único modelo, no podríamos desarrollarlo; sería un fracaso. Lo que buscamos es cómo damos coherencia a un modelo en todo el Estado y cómo somos capaces cada comunidad autónoma de dar respuesta al tejido productivo y al tipo de trabajo de ese tejido productivo.
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