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‘Crecemos juntos’: «Hoy son ellos, mañana nosotros»

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Hay muchos colegios integrados por dos o más edificios, pero no debe de haber muchos que tengan niños en uno y ancianos en el otro, y tampoco debe de haber muchos que hayan integrado a los mayores en el currículum escolar. El Colegio La Milagrosa de Albéric lo ha hecho y ha recibido por ello una mención especial en el concurso Grandes Iniciativas, Grandes Profes de la Fundación Atresmedia.

Para entenderlo mejor, primero hay que decir que el centro educativo y la residencia de ancianos están uno enfrente de la otra. No hay más que cambiar de acera. Y lo que empezó como una serie de visitas puntuales ha acabado siendo un proyecto integral de educación y vida compartidas, basado en un plan estructurado de actividades conjuntas y diferentes en función de los cursos y de las competencias curriculares.

Las clase de Educación Física y de Psicomotridad de los alumnos tienen lugar en la residencia, junto con los ancianos.

Hace ya tres cursos, empezaron a organizar visitas a los abuelos de la residencia de enfrente y hoy “colegio y residencia somos uno”, asegura Juan Gutiérrez, el director de La Milagrosa.

“Los de 6º se encargan de dar talleres de estimulación cognitiva para los ancianos que tienen alzheimer; los de 5º van cada uno con su Ipad a enseñarles competencias digitales. Los de 1º a 4º hacen la clase de Educación Física y Psicomotricidad con los abuelos” (ellos cruzan a la residencia con su profesor). Y quedan los pequeños de Infantil, que en vez de ir, reciben la visita de los mayores, que vienen a contarles cuentos.

Y luego están las fiestas, que celebran juntos: Navidad, Fallas, el final de curso con sus tómbolas y sus juegos, el Día Internacional del Alzheimer…

La sincronía es tal, que hasta las cocinas de cada centro se han puesto de acuerdo en comer todos los días lo mismo.

Juan tuvo sus dudas al principio; se preguntaba si los niños sentirían rechazo hacia las arrugas, los olores, las sillas de ruedas, el Alzheimer… Asegura que fue muy cauto, pero se sorprendió al no encontrar reparo alguno por parte de los niños. “Todos los niños quieren ir siempre y, como vamos por turnos, en grupos de 15, se pican entre ellos por ir; tanto los más pequeños como los mayores”, asegura Juan.

Los alumnos de 5º de La Milagrosa imparten talleres de competencia digital con su Ipad a los mayores de la residencia.

Fundamental ha sido, también desde el principio, la confianza y el apoyo de los padres, si el cual no podrían hacer cosas como ésta de un día para otro:

“Un día en una clase de 5º salió a colación que la mitad de los alumnos no hacían su cama. ¿Qué hicimos? Nos los llevamos a la residencia al día siguiente a hacer la cama de los ancianos”.

“Esto es para verlo y vivirlo”, cuenta Juan entusiasmado. “¿Es chulo? No. Lo siguiente”. “Es una lección de vida. Es vivir los valores de verdad, no enseñar su teoría”, subraya Juan, que apunta lo importante que es concienciar a los niños sobre la importancia de las personas mayores porque van a vivir en una sociedad envejecida.

“Hoy son ellos, pero mañana podemos ser nosotros”, dijo un día en clase una alumna de 5º.

Juan no oculta la parte dura y triste de todo esto: “Vemos cómo evolucionan los ancianos, cómo empeoran de salud y cómo se mueren”.

Para el director, “estos niños son superhéroes”. “Hemos conseguido que alumnos que se han ido ya al instituto vengan a visitar a sus ancianos todas las semanas. A nosotros nos han abandonado, pero a ellos no”, cuenta emocionado.

El proyecto Crecer Juntos tiene un horizonte, que es juntar la residencia y el colegio de verdad, en un mismo espacio. Al fin y al cabo, forman parte de la misma institución, la Fundación Santa Institución y Casa de Enseñanza, que también ha facilitado las cosas.

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