En el 48º Congreso de CECE (Madrid, 22-23 octubre) Lucas Gortázar (ESADE), Álvaro Ferrer (Save the Children), Ismael Sanz (Universidad Rey Juan Carlos) y Carmen Pellicer (Fundación Trilema) debatirán sobre las causas de la segregación escolar y su relación con la equidad en educación, y buscarán soluciones realistas para combatir el problema sin disminuir la libertad de elección de centro.
Con conocimiento, con datos y con diálogo se encuentran mejores diagnósticos y soluciones a cualquier problema que con acusaciones infundadas, búsqueda de culpables y atrincheramientos ideológicos. Convencidos de ello, CECE se ha decidido a abordar la cuestión de la segregación escolar invitando a su 48º Congreso Nacional a los investigadores que pueden hablar de ello con mayor conocimiento. Es el caso de Lucas Gortázar (EsadeEcPol, Banco Mundial), Álvaro Ferrer (Save the Children) e Ismael Sanz (Universidad Rey Juan Carlos), que debatirán sobre la segregación escolar vinculada al origen socioeconómico del alumnado y sobre sus implicaciones en la equidad del sistema educativo, a la luz de datos públicos que ellos mismos han investigado. Y lo harán guiados por Carmen Pellicer, cuya trayectoria profesional en las aulas avala un profundo conocimiento de la realidad escolar en España, tanto en la escuela pública como en la concertada: los colegios de la Fundación Trilema, que ella dirige, son concertados y cuentan con un alto índice de alumnado vulnerable.
Su intención, al frente de esta mesa de diálogo es analizar el fenómeno de la segregación de manera seria y sin apriorismos ideológicos para plantear soluciones realistas. «Se trata de ver qué hacemos, no a quién acusamos», señala la presidenta de Fundación Trilema, que reivindica el papel de la escuela concertada en la inclusión.
En los últimos años, sobre todo al calor de los últimos cambios legislativos, han sido reiterados los ataques a la escuela concertada culpabilizándola de expulsar hacia la escuela pública al alumnado de origen socioeconómico más vulnerable. Basta echar un vistazo en la entrada de gran parte de los colegios concertados para comprobar que esas acusaciones no están bien fundadas. Por otro lado, reiteradamente algunos agentes políticos y algunas organizaciones señalan como causa de la segregación escolar el cobro de cuotas voluntarias a las familias (para compensar la infrafinanciación pública), obviando, por ejemplo, que en algunas CCAA las becas y las ayudas se conceden sólo para estudiar en colegios públicos.
«La segregación es un fenómeno multicausal, en el que a veces se hacen análisis demasiado parciales, e incluso simplificadores», señala Alfonso Aguiló, presidente de CECE. «Además de encontrar la causas, hay que acertar con los remedios, porque algunas de las soluciones que se proponen resultan poco eficientes en un nuevo escenario de fuerte descenso de la natalidad y de sobreoferta de plazas», añade, convencido de que «hay que trabajar en varios frentes para conseguir una escuela más plural, diversa e inclusiva».
De acuerdo con la necesidad de buscar soluciones sobre un análisis serio, Lucas Gortázar y Álvaro Ferrer presentarán algunos de las conclusiones de su estudio ‘Diversidad y libertad. Reducir la segregación escolar respetando la capacidad de elección de centro’, en el que muestran, con datos de PISA y TIMMS, que España es uno de los países con mayor segregación por origen socioeconómico, especialmente en Primaria, especialmente en centros públicos y especialmente en Madrid.
¿Y por qué es importante atajar la segregación escolar? Según señalan Gortázar y Ferrer, una excesiva segregación o una escasa diversidad del alumnado «puede convertirse en un problema para la igualdad de oportunidades y la eficiencia del sistema educativo, generando mayor fracaso y abandono en el alumnado, y provocando mayores dificultades de gestión en los centros educativos de alta complejidad, desperdiciando así recursos y talento». Un sistema eficiente es el que, con los recursos que tiene, es capaz de garantizar que el máximo porcentaje de alumnado alcanza el máximo potencial. A mayor segregación, menor eficiencia del sistema.
En su estudio, los investigadores analizan algunas de las causas que favorecen la segregación en España, como la estructura residencial de las ciudades, las políticas educativas, la jornada escolar (continua o partida), o los servicios extraacadémicos de los centros (comedor, extraescolares…) Por ejemplo, los datos muestran que «gran parte de las dinámicas de segregación socioeconómica se producen dentro de los barrios» y no entre barrios. También, que la jornada continua se da mayoritariamente en la escuela pública; que muchos centros de Secundaria públicos no tienen comedor y que 4 de cada 10 centros con alta concentración de alumnado vulnerable no tiene ninguna actividad extraescolar. Difícil elegir un centro así para una familia trabajadora.
Aparte de proponer soluciones para mejorar la atención y los servicios en los colegios, el estudio también plantea que la Administración controle y sancione el cobro de cuotas voluntarias que «superen con creces la brecha de infrafinanciación» que padecen los colegios concertados. Otra propuesta es que las ayudas públicas para apoyar al alumnado vulnerable no sean partidas dirigidas a los colegios con alta concentración, sino cuantías asociadas directamente por cada alumno vulnerable.
Por su parte, el economista de la educación Ismael Sanz, aboga por impulsar políticas de financiación específicas: con incentivos a los centros que acojan alumnos de entornos vulnerables; convenios de financiación de los concertados en los que se valore la diversidad; y concesión de más y mejores recursos a aquellos colegios que están en zonas más desfavorecidas y con mayor concentración de población vulnerable, con el fin de que mejoren la calidad de la atención y de la enseñanza, y eviten el ‘efecto huida’ y la ‘guetificación’.
Para Ismael Sanz, la vía de la mejora educativa de esos centros sería la manera más eficaz, y democrática, de favorecer una mayor diversidad en los centros sin que disminuyan las libertades. Al contrario, mejorando la atención y la calidad de los centros, las familias aumentarían sus opciones para elegir.
El investigador de la Rey Juan Carlos defiende que «la libertad de elección es incuestionable» y que «no es viable decir a una madre o a un padre a qué colegio debe llevar a su hijo en un país democrático». Pero también destaca la relación positiva que hay entre la elección de centro por parte de las familias y el rendimiento académico de los alumnos.
Precisamente, el estudio de Gortázar y Ferrer trata de dar respuesta al desafío que supone aumentar la diversidad del alumnado en los centros sin limitar la libertad de las familias para elegir colegio. En el 48º Congreso de CECE expondrán sus propuestas para ello.