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Ainara Zubillaga, directora de Educación de la Fundación Cotec «La tecnología disfraza de innovación educativa cosas que no lo son»

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Doctora en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid (Premio Extraordinario de Doctorado), donde también se licenció en Pedagogía. Actualmente, como Directora de Educación y Formación de la Fundación Cotec, es responsable de impulsar y desarrollar cambios sistémicos que potencien el desarrollo de una cultura innovadora en contextos educativos.

P. ¿Cuándo incorpora COTEC la educación a sus campos de investigación?

COTEC tiene más de 30 años de vida, será en la última etapa aproximadamente, hace unos 8 años cuando se produce un cambio de rumbo, de temáticas y de áreas de trabajo y pasa de estar más centrada en lo que es el sistema de innovación. También comienza a abrirse a otros sectores y a otros ámbitos. COTEC entendió que no es posible conseguir nuestra misión fundacional, que es el impulso de la innovación del país, si no se abordaban dos ámbitos que se pensaba que eran fundamentales para conseguir este impulso de la innovación que son la educación y la economía.

Se incorpora la educación como un eje fundamental de trabajo que antes no lo era, antes no estaba presente cómo definimos nosotros ahora la innovación. 

P. ¿Cómo se define la innovación educativa para COTEC?

No tenemos una definición de innovación educativa específica, es decir, de cómo concebimos la innovación en todos los sectores, pero sí tenemos una definición que yo creo muy clara y muy generalizada y aplicable a todos los ámbitos.  Para nosotros innovación es todo cambio, no solo tecnológico, basado en conocimiento, no solo científico y que genera valor, no solo económico. 

Además, el cambio tiene que ir acompañado de una mejora, no basta el cambio por el cambio, en educación no funcionan, tiene que estar basado en el conocimiento. Entendemos que en el caso del conocimiento no solamente vienen de la investigación educativa, también viene del conocimiento de los profesionales del sector del profesorado, de la propia práctica  docente, y también del diálogo y de la participación de otros agentes, que también intervienen en los procesos educativos. Y finalmente, por supuesto, tiene que generar valor seguramente en educación más que en otros ámbitos, en los que trabajamos, que no sea un valor estrictamente económico, y haya un valor educativo, un valor social, un valor en términos de inclusión, etc.

No se puede aspirar a tener un país innovador sin entrar a analizar el sistema educativo del mismo, sin abordar la innovación desde el sistema educativo en sí.

P. ¿Es la innovación igual a tecnología? 

No para nada. De hecho, yo creo que en los trabajos que hemos ido desarrollando, la tecnología no es un elemento que esté mayoritariamente presente. Asimismo yo muchas veces digo que a veces la tecnología disfraza de innovación educativa cosas que no lo son y para eso hay que tener cierta mirada crítica. Ahora por ejemplo la tecnología ha entrado con muchísima fuerza en todos los centros como consecuencia de la pandemia y tengo serias dudas de que todo lo que se esté produciendo así, bien por la simple llegada de equipamiento pero no por tener más conexión, no significa que haya innovación. No por cambiar los soportes cambiamos necesariamente los procesos.  

P. ¿Cuáles son vuestras formas de trabajo, vuestras metodologías? ¿Trabajáis directamente con todo tipo de interlocutores?

Trabajamos con todo tipo de agentes,  pero sí es cierto que tenemos un enfoque de trabajo sistémico; es decir, todo lo que hacemos tiene una orientación hacia cambios profundos en el sistema. Nuestro foco de trabajo, aunque trabajemos con centros o con profesores sobre todo y más con comunidades de docentes, siempre tiene que tener una orientación hacia la posibilidad de escalado y de cambio de sistema de la estructura política o pública. 

Cuando empezamos en esta nueva etapa hicimos un “benchmarking” del sector educativo especialmente desde el área de las formaciones. Observamos que se trabajaba ya muy bien en la parte más de centro-profesor-aula-alumnos e intentamos encontrar un campo en el que aportáramos valor.  Buscamos ese salto, esa mirada

siempre de cambio sistémico que tenemos en todo lo que hacemos y aunque trabajamos a nivel de profesorado de aula o de centro o de redes de centros, siempre desde una visión de pilotaje escalado que pueda convertirse en un elemento de transformación del sistema.

P. ¿En el marco de la innovación educativa qué puesto ocupa España en los rankings mundiales y europeos?

No hay mucho ranking de valoración de innovación educativa, ni a nivel nacional ni internacional, aunque sí que existen sobre innovación general. Si que existen algunos estudios de innovación educativa concretamente en España, pero no han concluido en buenas evidencias con buenos indicadores que permita comparar y sobre todo tener datos de cómo ha evolucionado. 

Tengo en mente un estudio que hizo el Ministerio de Educación hace ya bastantes años, que lamentablemente seguirá en vigencia. Aquel estudio analizaba la innovación educativa en España a través de todas las comunidades autónomas. Creo que será seguramente el estudio más grande que se ha hecho con datos cuantitativos y cualitativos sobre el estado de la innovación educativa en España. De ahí salieron una serie de conclusiones que, a pesar de que hayan pasado bastantes años, creo que más de una década desgraciadamente, probablemente seguirán siendo vigentes.

En este estudio se veía que la innovació

n educativa es un movimiento muy disperso que está poco sistematizado, que está poco evaluado, además que está muy centrado en las convocatorias públicas, en la asignación de recursos y posteriormente en la fiscalización de los mismos. Además no hay procesos de acompañamiento, sí se conoce y se difunde pero no es real que se comparta del todo y lo que yo sí veo es que tendemos casi siempre a empezar otra vez de cero. 

Suele ocurrir que un centro pone en marcha un proyecto semejante a otros y muchas veces se está

n replicando los mismos pasos, los mismos fallos de otros centros que ya pasaron por eso hace tiempo, entonces esto es lo que nos resta, comparado con otros sectores, se caracteriza por una capacidad de transformación lenta.

P. ¿En qué se diferencia la innovación en general de la innovación educativa?

Al venir del ámbito educativo, el trabajar en un algo completamente distinto como es la innovación, me ha enseñado y me ha ayudado a conocer cómo se comportan los procesos de innovación en otros sectores, como puede ser el económico o el social. 

La innovación educativa se caracteriza por su dispersión, por su falta de sistematicidad, la no existencia de una arquitectura institucional. En otros campos de la innovación te podrá gustar o no la estructura, los agentes, el presupuesto, las convocatorias, cómo está organizada, pero hay un sistema que lo sostiene, luego ya podemos entrar si nos gustan esas políticas o no, de la organización cómo se relacionan los agentes, pero existe ese sistema que lo sostiene. 

La innovación educativa no tiene esa estructura, no deja de ser una suma de innovaciones en plural pero eso no genera esa innovación sistémica. 

La pregunta que nos hicimos fue, ¿cómo logramos pasar de la suma de innovaciones que sí se están produciendo y cada vez hay más en los centros, a una innovación del sistema? Al final la innovación educativa está muy focalizada pero incluso desde el planteamiento de la política pública. 

El caso de la digitalización es un claro ejemplo de mal funcionamiento. Han puesto el foco en que tienen que digitalizarse los profesores, en la competencia digital docente en los centros. Ya existen equipos, proyectores, pizarras digitales…  y sin embargo existen una gran cantidad de datos que hay en el sistema educativo ahora mismo que no se utilizan, que no se cruzan, que no se analizan, que no se establecen patrones que permitan generar alarmas, que permitan detectar el abandono educativo temprano o riesgos de fracaso escolar, de repetición, evaluación de diseño de políticas públicas, si  funciona un programa u otro; aquí nadie está trabajando en esto, y lo que es peor nadie parece que tenga int

ención de hacerlo. 

Todo el peso está puesto sobre lo que ocurre en los centros y los profesores, y este es uno de los motivos por los cuales vamos muy lentos, si nos comparamos con otros países. No hay una visión global de la innovación educativa, está parcelada, en centros en territorios, está muy desmembrada. 

P. ¿Qué esperan de cara al futuro de la innovación educativa? ¿Qué podrían hacer las administraciones?

Sería interesante que las administraciones empezaran a mirar un poquito más hacia dentro y que contribuyeran a organizar y sistematizar lo de fuera; quiero decir, lo que están haciendo está bien, pero no es suficiente.

Queda una asignatura pendiente que son ellos mismos, la innovación en el sector público. La educación en España es mayoritariamente pública, dos tercios de la red escolar es pública, hay una serie de herramientas que promueven la innovación dentro del sector público y están aplicadas e integradas en otro tipo de políticas, pero no en la educación y esto es algo que nadie se lo ha planteado. 

De hecho nosotros en COTEC vamos a publicar un estudio sobre esto, vamos a analizar  tres grandes grupos de innovaciones en el sector público y queremos ver qué ejemplos, casos reales, existen en otros países.

P.¿Crees que se hace más innovación en colegios concertados y privados que en los públicos? 

No es que se haga más innovación, creo que es más fácil hacer innovación en centros no públicos. Hay una estructura vinculada con el sistema público que dificulta ciertas asignaciones organizativas que pueden favorecer que se produzcan procesos de innovación. 

No creo que la titularidad sea un elemento determinante a la hora de impulsar procesos de innovación; en mi opinión, es determinante la cohesión de equipo docente y equipo directivo. Además, la estabilidad que tienen los colegios de titularidad privada o la concertada y la capacidad de actuar del equipo directivo no es la que tienen normalmente los públicos; eso sí puede hacer que las condiciones sean mejores. Está determinado por el proyecto de centro y cómo lo viven, lo comparten y participan de él, tanto los profesores como el equipo directivo, y esto no tiene que ver con la titularidad. He conocido colegios públicos que tienen unos proyectos maravillosos y sí que veo que el eje común de todos ellos, igual que los concertados, es ese sentido de comunidad.

Pero para mí la clave es el grupo docente y el equipo directivo, es decir esa comunidad y familias y entorno, a los que cada vez se suman más agentes. Creo que es lo que marca la diferencia.

P. Respecto al tema de la innovación en las universidades,  ¿cree que hay más innovación educativa en Universidades o  en colegios y, dentro de las universidades, más en las privadas que en las públicas?

Tengo claro que hay más innovación educativa en las escuelas que en la universidad. La Universidad es una estructura compleja con muchos grupos de poder y los cambios son complicados a veces. Por otro lado, no creo que haya más innovación en la privada que en la universidad pública. Lo que sí es cierto es que en la privada el alumno es el cliente y se revisa más la forma de acercarse a él, de captarlo y de mantenerlo, porque son los ingresos del centro.

Por ello, se puede ensayar distintas fórmulas innovadoras que no quiere decir que todas funcionen,  muchas veces son estos cambios de los que hemos hablado antes, que no generan mejora y que es mucho fuego artificial y poco cambio de proceso.

Sobre los proyectos que COTEC publicará el último trimestre del año 2023

  1.  Estudio sobre meritocracia y educación: un análisis de la movilidad social y la desigualdad de oportunidades en educación, un análisis comparativo entre países y entre comunidades autónomas (partiendo de los últimos datos PISA). 
  2. Encuesta de Percepción Social de la Innovación Educativa: encuesta demoscópica, en todo el territorio español -más de 7.000 encuestas realizadas- sobre la percepción de la ciudadanía en torno a diferentes cuestiones educativas (la comparativa de la escuela de antes y la de ahora, elementos a cambiar, elementos que se valoran, qué criterios se utilizan para elegir centro escolar, la innovación educativa y la desigualdad.
  3. Informe de innovación pública en el diseño de políticas públicas: qué herramientas de innovación pública existen, cómo se aterrizan en el ámbito educativo, que se ha hecho, fichas de casos concretos con buenas prácticas nacionales e internacionales.
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