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Las brechas abiertas en la digitalización de la enseñanza

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Por Jesús Cabañas, director regional de PFU (EMEA) 

En el último año tanto profesores como alumnos han tenido que adoptar y adaptarse a un modelo educativo híbrido en un plazo muy corto de tiempo y sin que hubiese mucha más opción, utilizando para ello únicamente aquellos recursos con los que contaban de antes. Aunque las circunstancias no han sido las deseadas, lo cierto es que la pandemia por la Covid-19 ha servido de acelerador para la transformación digital de la educación. Es indudable que la tecnología ha permitido dar continuidad a la enseñanza entre el entorno físico y el digital durante los meses de mayor emergencia sanitaria, cambiando la experiencia de aprendizaje quizá para siempre.

Los beneficios de la tecnología educativa

En la era precoronavirus ya se preveía un incremento global del 15% en cuanto a gasto en tecnología educativa (EdTech) hasta alcanzar unos 400.000 millones de dólares en 2025, según un estudio de Credit Suisse. La actual situación en la que vivimos ha conseguido poner todavía más en el punto de mira hacia este sector en el que pueden surgir interesantes oportunidades de innovación.

Si bien en España las escuelas cuentan con más recursos digitales (68%) como dispositivos o conexión a internet que la media en Europa (58%), el uso que hacen de ellos los estudiantes españoles es menor que el de sus compañeros europeos: el dato en secundaria es de un 49% frente a un 52% a la semana, señala el informe ‘Los pilares de la escuela digital’ de Telefónica que incluye datos de la Comisión Europea. No hay que obviar que ahí entra en juego la profunda brecha digital entre clases sociales, la cual ha quedado más que patente durante el confinamiento, de ahí que los esfuerzos de Gobierno y autonomías estén dirigidos a facilitar a alumnos en situación de riesgo el acceso a la educación digital ya sea desde casa o en su propio centro.

Además de suministrar equipos informáticos con conectividad, los planes en digitalización educativa pasan por la capacitación de docentes y la creación de herramientas con tecnologías de IA y automatización para que sean utilizadas por todos los miembros de la comunidad educativa.

Cuando se habla de EdTech no solo se contempla el uso de la tecnología en apoyo a la enseñanza, sino además todo lo que esta puede aportar a los profesionales que se dedican a temas administrativos y de gestión en el día a día de los centros educativos. La utópica idea de eliminar por completo el papel ha sido reemplazada por un acercamiento híbrido donde los documentos físicos y electrónicos conviven.

La digitalización facilitaría sin duda que las escuelas funcionaran de manera más eficiente y rentable

Siendo ambos formatos legalmente reconocidos en la mayor parte de los procesos administrativos, cada uno de ellos tiene unos valores intrínsecos muy asociados a la experiencia de usuario y a la efectividad del mismo para un propósito específico. El papel en muchos casos lleva consigo una óptima experiencia de usuario, así como una validez legal y probatoria. Estas ventajas no tienen por qué ser una lastre para la velocidad y accesibilidad de la información si se dispone de los medios adecuados, y las últimas tecnologías de digitalización permiten dotar al papel de ambas características para emplearlas en las organizaciones.

Su uso adecuado conseguirá reducir el fotocopiado masivo, el tamaño de los archivos almacenados en formato físico y obtener una comunicación mucho más inmediata entre padres, profesores, alumnos y la Administración.

La digitalización facilitaría sin duda que las escuelas funcionaran de manera más eficiente y rentable, pero ¿ha hecho falta enfrentarse a una situación límite como es una pandemia global para que el sector se transforme definitivamente?

Hacer frente a los obstáculos

Las instituciones educativas no son las únicas organizaciones que presentan ciertas dificultades a la hora de hacer efectiva su digitalización. De acuerdo a un informe sobre inteligencia organizacional de Fujitsu en 2020, un 27% de los responsables de TI encuestados afirmaba que la falta de competencias internas es uno de los tres principales obstáculos de la transformación digital, junto con la sensación de no estar lo suficientemente preparado o de tener dudas de por dónde empezar (17%), así como no saber a quién acudir para recibir orientación especializada (16%).

El deseo de mejorar la experiencia de aprendizaje debe ser un motor clave para cualquier entidad educativa. Mediante la transformación digital es posible optimizar tanto la enseñanza como los procesos administrativos que se dan en este sector.  En España casi seis de  cada 10 docentes dice  que esta no es lo suficientemente adecuada como para ponerla en práctica en su clase.

Para superar posibles barreras contra el cambio, es importante que desde el sector educativo se busquen alianzas en digitalización para que estén siempre acompañados durante dicho proceso, capacitando al personal y asesorándole en todo momento. En el entorno empresarial, por ejemplo, el 80% de las compañías recurre actualmente a expertos externos para que les ayuden a formar a sus equipos y les apoyen en sus objetivos de transformación digital. Por tanto, ¿por qué no se hace lo mismo en el ámbito de la enseñanza?

Hay que aproximarse al reto de la digitalización de forma escalonada con el objetivo de convertir los flujos de papel en flujos de datos. En primer lugar habría que identificar a esos líderes externos que podrían proporcionar conocimiento y soluciones de captura de valor. Así se evaluará cuál es la situación de la que se parte a fin de que no se pase por alto ningún paso esencial del proceso. También es muy necesario preguntarse si se opta simplemente por escanear documentos, es decir, convertirlos a imágenes, o si se quiere digitalizar verdaderamente la información para que pase a formar parte de los sistemas de la organización.

En el entorno empresarial, por ejemplo, el 80% de las compañías recurre actualmente a expertos externos para que les ayuden a formar a sus equipos y les apoyen en sus objetivos de transformación digital. Por tanto, ¿por qué no se hace lo mismo en el ámbito de la enseñanza?

Actualmente en el mercado hay escáneres documentales avanzados con los que no hace falta ser expertos en informática para poder usarlos y que, al mismo tiempo, permiten afrontar el cambio con garantías, mejorar la productividad de los usuarios y cumplir con todos los requisitos legislativos y operacionales. Asimismo, con el tiempo, si los centros educativos disponen de un corpus informativo digital de calidad, se podrán utilizar de forma eficaz soluciones informáticas y analíticas avanzadas en futuras etapas de su transformación.   

Pese a que la curva de aprendizaje ha sido bastante pronunciada en 2020, el hecho de que se haya iniciado el proceso de digitalización en el sector educativo ya es en sí algo positivo dados los beneficios que este cambio aporta a largo plazo. Aun así, resulta vital que la educación no se quede demasiado atrás respecto a lo que se está haciendo en el mundo de los negocios, puesto que no debemos olvidar que los estudiantes de hoy serán los líderes empresariales del mañana.

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