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La plataforma Educa2020, la Fundación AXA y Sigma Dos presentan en la CEOE un macrosondeo a 19.000 familias españolas sobre la educación de sus hijos que completa una radiografía sobre la relación entre formación y empleo en España
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El estudio reúne también encuestas a estudiantes y a empresas realizadas en los últimos tres años que muestran un divorcio entre lo que estudian los jóvenes y la demanda de las empresas
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La empresa urge a mejorar la orientación de los jóvenes para responder a la demanda de las empresas, entre otras cosas, con más FP
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“Tenemos un sistema educativo estructurado en compartimientos estancos e itinerarios obsoletos, en el que muchos chicos y chicas sufren al tener que elegir”, advierte el experto Juan José Juárez (Fundación Bertelsmann), que nos da varios consejos sobre orientación profesional
“Es necesario que la orientación llegue cuanto antes a los centros educativos”. Sara Molero, secretaria general de CEIM, la patronal madrileña, puso el acento en esta necesidad durante la presentación de un macrosondeo a 19.000 familias españolas sobre la educación de sus hijos llevado a cabo por la plataforma Educa2020, la Fundación AXA y Sigma Dos.
Este estudio, puesto en relación con otros anteriores realizados por Educa2020, revela un divorcio entre los perfiles profesionales que demanda el mercado y la formación de los jóvenes españoles auspiciada por las familias, que se revelan como principal fuente de influencia a la hora de elegir.
Lo pusieron de manifiesto este lunes, en la sede de la CEOE, los periodistas Fernando Jáuregui y Lourdes Carmona, responsables de Educa2020 y de los estudios demoscópicos sobre educación y empleo que han realizado en los últimos tres años y en los que se ha contado con el testimonio de 9.000 estudiantes universitarios (en 2016), 12.800 de Secundaria Superior (Bachillerato o FP) en 2017, 2.500 empresas (2018) y 19.000 familias (2019).
En la presentación de esta última encuesta a 19.000 familias de 11 comunidades autónomas, estuvieron acompañados del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; la secretaria general de CEIM, Sara Molero; la CEO de AXA y presidenta de la Fundación AXA, Olga Sánchez; y el director de Investigación y Análisis de Sigma Dos, José Miguel de Elías. Sigma Dos ha sido la encargada de realizar este último macrosondeo. La empresa Gad3 realizó los anteriores. Y Fundación AXA ha sido el aliado de Educa2020 en los cuatro estudios.
De esta manera, Educa2020 culminaba en Madrid la presentación de los resultados que ha ido haciendo desde principios de junio en cada una de las autonomías sondeadas, y daba a conocer también los hallazgos globales para toda España.
Las madres, principales consejeras
El periodista Fernando Jáuregui subrayó su preocupación por uno de los hallazgos del estudio: “No puede ser que en las decisiones de los jóvenes influyan más los padres y madres que los orientadores y que la principal fuente de información de las familias sea internet, con lo fiable que es”.
Efectivamente, según la encuesta a estudiantes de Bachillerato y FP, las madres (y después los padres) fueron la fuente principal de consulta para tomar una decisión sobre qué estudiar. Sólo el 30% había recurrido a los orientadores de su centro y un 15% a sus profesores.
Según la encuesta posterior a 19.000 familias, el 55% ha dado a sus hijos una orientación concreta sobre su futuro académico y profesional y el 50% ha aconsejado sobre la conveniencia de una carrera STEM.
El 78% de los padres y madres considera que sus hijos valoran su opinión a la hora de elegir sus estudios y que ésta tiene una influencia alta. Sin embargo, sólo el 61% de los adultos dice haberse documentado antes de hablar con sus hijos. Y la fuente principal de información es internet para el 60%. Sólo el 29% de esas familias habría hablado con los orientadores del centro educativo antes de orientar a su hijo/a.
Medicina y ADE vs tecnología
Y qué nos encontramos entre los estudiantes después de terminar la ESO. En la encuesta a 12.800 jóvenes practicada en 2017, la mayoría de los alumnos de Bachillerato se decantaba entre Medicina (primera opción de las chicas), ADE y Derecho. La primera opción encarna la vocación por excelencia y las otras dos son opciones usuales entre los indecisos sin un interés definido. En algunas CCAA, Psicología era una elección destacada. Y sólo en Madrid la Ingeniería Industrial estaba entre las tres opciones mayoritarias. Ingeniería Informática, en Castilla-La Mancha y País Vasco. Pero ambas eran opciones principalmente masculinas.
Y, sin embargo, desde el mundo empresarial cada vez son más insistentes las llamadas de atención sobre la falta de profesionales tecnológicos: analistas de datos (procedentes de Matemáticas, Física, Estadística) y técnicos para la industria manufacturera (en su mayoría, procedentes de las familias de Formación Profesional de Electrónica y Fabricación Mecánica). Se encargaron de recordarlo este lunes la secretaria general de CEIM, Sara Molero, y la CEO de AXA, Olga Sánchez.
“No conseguimos que sean profesiones atractivas para los jóvenes pese a tener prácticamente un cien por cien de empleabilidad”, se lamentó Molero.
“Tenemos un problema en cómo estamos formando a nuestros jóvenes porque hay trabajos que no tienen quien los realice”, añadió Olga Sánchez, que señaló la preocupación que hay en el mundo empresarial por la formación de los jóvenes españoles.
El estudio de Educa2020 y AXA sobre las necesidades de las empresas ya lanzaba hace un año un dato alarmante: el 63% no encuentra los perfiles profesionales que necesita. En algunas CCAA, el divorcio entre profesionales y empresas era alarmante:
Urge más FP
En dicha encuesta las empresas también ponían de manifiesto la necesidad no cubierta de titulados de Formación Profesional. Según el estudio con estudiantes de FP, éstos se decantan, sobre todo, por Administración y Finanzas. Las chicas, también por Educación Infantil. Y los chicos se acercan más a la demanda del mercado decantándose por Desarrollo de Aplicaciones Informáticas, Desarrollo de Sistemas Informáticos y Animación 3D. Salvo Educación Infantil, los demás títulos elegidos están entre los más demandados por las empresas, así como los de Hostelería y Turismo.
Las conclusiones de ambos estudios apuntan a que los estudiantes de FP tienen un mejor conocimiento del mercado que los de Bachillerato. Un dato que también es significativo en este sentido es que consultan menos a familiares y profesores, lo que, según Educa2020, hace pensar que tienen su orientación profesional más clara.
En todo caso, las encuestas realizadas, muestran un rechazo a la Formación Profesional por parte de estudiantes y familias que no se corresponde con la demanda del mercado laboral.
El 57% de los padres y madres encuestados considera que la FP tiene mala imagen en España. En el caso de Madrid ese porcentaje asciende al 77%. Pero en Galicia, Castilla-La Mancha y Extremadura se sitúa en torno al 40%.
Las razones que alegan, que son estudios con una consideración social menor y que son para quienes no pueden llegar a la Universidad.
Pero, sin embargo, cuando se les pregunta por lo que consideran más importante en el futuro trabajo de sus hijos, la opción mayoritaria no es el estatus ni el sueldo, sino que sean felices y tengan un trabajo que les guste y con el que puedan conciliar su vida familiar.
En la presentación de los informes de Educa2020 y AXA, todos los presentes sostuvieron que si más estudiantes esudiaran FP, habría menos paro juvenil y menos sobrecualificación, y más empresas encontrarían los profesionales que necesitan.
La formación demandada es un puzzle de muchas piezas
Sobre todas estas contradicciones entre formación y empleo hemos consultado a un experto en orientación profesional y mercado laboral. Juan José Juárez, project manager de Fundación Bertelsmann, se dedica, precisamente, a ayudar a los centros educativos a construir sistemas de orientación integral para los jóvenes estudiantes y tiene una visión completa sobre tendencias globales en empleo y en competencias demandadas. La Fundación Bertelsmann es también uno de los agentes más activos en la promoción de la Formación Profesional y el impulso de la FP Dual en España.
Para empezar, apunta que “la división entre bachilleratos empieza a carecer de sentido” porque “las profesiones van a necesitar conocimientos de todos los ámbitos” (Humanidades, Ciencias Sociales, Ciencias y Tecnología). “Seguir viendo el mundo de letras o de ciencias es absurdo”, señala. “Tenemos un sistema educativo estructurado en compartimientos estancos e itinerarios obsoletos, en el que muchos chicos y chicas sufren al tener que elegir”.
Juan José Juárez apunta a que en un mercado laboral tan disruptivo como el que tenemos y vamos a tener aún más, las únicas certezas son:
- Necesidad de perfiles profesionales híbridos en los que uno de los componentes siempre será de carácter tecnológico.
- Formación cada vez más especializada.
- Formación en constante evolución y especialización.
“Los estudiantes y sus familias deben saber que el primer itinerario que elige un alumno tras la escuela es sólo la primera pieza de un puzzle que tendrá que completar a lo largo de su vida. Lo importante al hacer una elección es pensar que forma parte de un proceso que está abierto”, subraya.
Por un lado, esa realidad “más compleja” puede añadir presión respecto a la formación, pero también reducir la presión al no tener tanta trascendencia las primeras elecciones que se hagan.
“Es cuestión de imaginarse en qué ámbitos te ves trabajando y en qué crees que puedes despuntar, y luego ir trazando tu itinerario profesional según vas formándote y conociendo mejor el mercado laboral”, recomienda.
Por ello, la Formación Profesional le parece una buena base de la que partir al introducir a los jóvenes en el mercado laboral antes que la universidad. También por puro pragmatismo: “Es mejor llevarte algo en dos años que no llevarte nada en cuatro”. Siempre teniendo en cuenta que la formación debería continuar en cualquiera de los dos casos.
Respecto al ámbito universitario, el experto apunta a la posible conveniencia de tener unidades de formación cortas, no de cuatro años, para dar mejor respuesta, y más rápida, a necesidades del mercado laboral: pongamos por caso, expertos en medicina y big data, o en cualquier otra disciplina y big data.
Un último consejo para jóvenes y familias: “Hay que buscar, no tanto las profesiones demandadas o las titulaciones demandadas, sino las áreas de conocimiento y las competencias que demandan las empresas. Cada vez interesa menos el título. Lo que se mira es el cóctel de competencias que cada uno reúne y no todas dependen de la formación académica”.
“Los perfiles profesionales más valorados son los más complejos y esos los construye el propio individuo, no te los que da una facultad”, concluye.