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Movilidad internacional en FP: “En un mundo globalizado es una obligación para cualquier centro”

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CECE celebró la semana pasada un seminario sobre el proyecto europeo Erasmus Eduwork.net para la internacionalización de la Formación Profesional. Lucrezia Palladini, responsable de CECE Europa, dio a conocer las claves necesarias para que los centros de FP públicos, privados y concertados envíen a sus estudiantes a hacer la formación práctica a empresas de seis países europeos. Y Santiago García, secretario general de CECE y asesor de la Comisión Europea en materia de FP, explicó aspectos clave de la futura Formación Profesional, según la nueva ley, y la importancia de crear vínculos con centros y empresas de otros países.

“La creación de redes internacionales es trascendental para los centros, para la calidad de la formación, para el crecimiento de los alumnos y del profesorado”, señaló el ‘número dos’ de CECE.

“En un mundo globalizado como el de hoy es una obligación para cualquier centro facilitar la movilidad internacional de sus alumnos”, remarcó la responsable de proyectos europeos.

Lucrezia Palladini, especialista en movilidad internacional de estudiantes, habló desde la experiencia: ella misma fue estudiante Erasmus hasta en tres países y después, como profesional, se ha encargado de gestionar proyectos de movilidad, de guiar a centros de FP en sus primeros pasos internacionales y de llevar de la mano a jóvenes españoles, que no habían salido de su ciudad natal en su vida, en aquellos países donde iban a hacer su FCT.

Todo es empezar

Dar los primeros pasos para impulsar la formación práctica en empresas de otros países es complicado porque la información a analizar es ingente y compleja, y la cantidad de papeleo que hay que presentar también. “Todo hay que justificarlo hasta el último detalle”, explica la experta. Incluidas las motivaciones del centro en línea con la digitalización, la sostenibilidad y la inclusión, que son las guías del programa Erasmus+ desde 2021.

Pero, una vez se supera la barrera de la primera vez y, sobre todo, si el centro puede permitirse tener un departamento o un docente dedicado a la internacionalización, las siguientes veces ya no es tan difícil. “Es cuestión de empezar”, incidía. “Merece la pena porque ves cómo les cambia la vida a los chicos y chicas que se van”.

En muchas ocasiones, los centros comienzan contratando la intermediación de empresas especializadas en los países de ‘desembarco’. De su mayor o menor calidad también hablaron los expertos.

Tras una primera vez, el colegio ya ha hecho sus primeros contactos fuera y, a partir de ahí, todo es más fácil. El segundo año se hacen más contactos, y así sucesivamente. La red de centros y empresas conocidos va creciendo y acaba siendo la base de un sólido proyecto de internacionalización del centro de FP.

Del mismo modo, el centro que envía aprendices irá ayudando a otros centros de otros países a situar a sus aprendices en empresas de aquí. Y ese engranaje ya no hay quien lo pare (salvo el pico de una pandemia, claro).

Para empezar a forjar esa red, Santiago García recomendó empezar por fomentar la movilidad de los docentes, los mejores expertos en detectar y crear los vínculos más interesantes para luego enviar a su alumnado.

Los docentes que asistieron a la jornada, tanto de centros privados y concertados como de institutos, estaban convencidos de dar ese salto. Algunos buscaban orientación en ese primer paso de voluminosa burocracia que ya habían comenzado. Otros estaban recién aterrizados en esto de la internacionalización y se daban cuenta de las oportunidades de mejora que puede dar al centro.

Lucrezia Palladini y Santiago García fueron respondiendo a sus preguntas dentro del marco del proyecto europeo Eduwork.Net.

Los dos ponentes incidieron en que nos encontramos en un momento clave porque en los últimos años la FP ha pasado ser una prioridad para la Comisión Europea, como ya lo era desde hace tiempo la movilidad estudiantil.

Y ponentes y asistentes convinieron que los centros públicos (algunos allí presentes) lo tienen más difícil para dar este salto a la internacionalización mientras las administraciones no les ponen recursos para ello. A menudo depende del voluntarismo de un profesor o profesora que saca tiempo de sus horas de sueño y de fin de semana para poder enviar a sus alumnos a formarse en empresas de fuera.

Eduwork.Net tiene como objetivo construir redes y asociaciones transnacionales de centros de Formación Profesional y de empresas que participan en la formación práctica en los diferentes sectores profesionales; y también apoyar movilidad internacional de los estudiantes de FP para realizar sus prácticas. Integran este proyecto 13 socios de seis países europeos: España (con CECE), Italia, Reino Unido, Irlanda, Lituania y Grecia. También participa un Grupo de Interés Económico Europeo con sede en Alemania.

El departamento internacional de CECE ofrece a sus centros asociados asesoramiento especializado para fomentar la movilidad internacional de su alumnado y su profesorado, así como para participar con centros educativos de toda Europa en proyectos financiados por la Comisión Europea.

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