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Patricia Adam, del Colegio Orvalle, gana el primer premio, en su categoría, del Concurso Escolar de Lectura y Escritura de la Asociación de Editores de Madrid

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La alumna de 3º de la ESO del Colegio Orvalle Patricia Adam, ha ganado el primer premio de su categoría (3º y 4º de la ESO), del Concurso Escolar de Lectura y Escritura de la Asociación de Editores de Madrid, entre más de 1.110 alumnos presentados.

Además, el jurado ha afirmado que el relato de Patricia era el mejor de todas las categorías. En el siguiente enlace puedes leerlo y escucharlo de voz de su autora.

Hemos hablado con ella para conocer por qué puso el acento en el microrrelato sobre la importancia de tener un criterio propio, de dónde viene su afición por la escritura, en qué se inspiró para escribir este microrrelato y qué va a hacer con el premio, entre otros aspectos.

Pregunta – Eres una de las 9 finalistas de un concurso al que se han presentado un millar de estudiantes de Secundaria y Bachillerato de todo Madrid. ¿Por qué crees que tu relato ha sido seleccionado?

Cuando me enteré, no me lo esperaba para nada, porque, antes de anunciar los finalistas, publicaron todos los microrrelatos presentados y yo escuché y leí algunos aleatoriamente. Me sorprendió el buen nivel de todos ellos y pensé que había muy pocas posibilidades de ganar. Cuando vi mi nombre entre los finalistas me hizo mucha ilusión, pero casi no me lo creía. Podría haber sido yo o cualquiera de mis dos compañeras que también se presentaron, ya que sus microrrelatos eran muy buenos.

Creo que mi relato ha sido seleccionado porque se ajusta bien a las características de este concurso, que se basa en relacionar las lecturas que hacemos en clase, la escritura breve y la lectura en voz alta. Mi relato tiene como obra de referencia “El conde Lucanor”, que es un clásico de la literatura española y, por otro lado, sin pretenderlo, escribí la mayor parte de mi microrrelato en forma de diálogo y, además, uno de los personajes es anciano y está enfermo. Esto hizo que la historia pudiera cobrar vida al contarla, ya que me permitió jugar con los tipos y tonos de voz.

P – Háblanos de tu microrrelato: ¿Recuerdas el momento en el que fuiste consciente de la importancia de tener tu propio criterio? ¿Por qué decidiste transmitir esta idea en el relato?

No recuerdo un momento concreto en el que me diera cuenta de la importancia de tener un criterio propio, pero desde pequeña me han educado no solo para crecer yo como persona, sino para poder ayudar a crecer a todos los que me rodean. También para aprender, poco a poco, a tomar mis propias decisiones y a tener mi propio criterio. En algún momento todos tendremos que soltar la mano de quienes nos guían, y de nada servirá todo lo que nuestros padres o profesores nos han enseñado si no lo hacemos nuestro.

La decisión de transmitir esta idea en el microrrelato y de basarme en “El conde Lucanor” vinieron prácticamente de la mano. En un principio, hice un microrrelato sobre “El Cid Campeador”. Era una carta del Cid a su hija, en la que le hacía ver que la vida tiene un fin y que, por eso, vale más ser honrado y bondadoso, que afamado y poderoso.

Sin embargo, cuando lo estaba haciendo, se me ocurrió la idea del microrrelato que al final presenté. Aunque no recuerdo exactamente cómo fue, sé que tanto la trama, como el mensaje, como la obra de referencia, surgieron casi a la vez. Es decir, no pensé en basarme en “El conde Lucanor” y a partir de ahí pensé posibles tramas, ni tampoco se me hubiera ocurrido hablar del criterio propio sin tener en cuenta esta obra.

P – Se dice que los grandes escritores suelen ser grandes lectores, ¿Se cumple en tu caso?

Yo diría que sí, de hecho, pienso que quien lee tiene gran parte del camino de la escritura hecho. Desde pequeña me ha encantado leer, leía a todas horas y devoraba los libros rápidamente.

En casa siempre nos han transmitido el gusto por la lectura: animándonos a leer, regalándonos libros y buscando recomendaciones de libros buenos según nuestras preferencias.

Ahora me sigue gustando muchísimo leer, pero tengo menos tiempo para hacerlo y, por eso, aunque intento sacar tiempo antes de dormir y en verano, he aprendido también a disfrutar leyendo los libros poco a poco, sin prisa, saboreando lo que leo y sin obligarme a leer cuando estoy cansada y es tarde, porque sé que así no me voy a enterar de nada.

En primaria leía sobre todo libros de aventuras y fantasía, y más adelante, ya en la ESO, me interesé por la novela policíaca (me gusta mucho Agatha Christie), histórica, de ficción (recomiendo “Eco”, de Pam Muñoz Ryan y “Uhlma” de Miguel Ángel Jordán), de época y romántica (“La hija del tutor” y “El secreto de Pembroke Park”, ambos de Julie Klassen y “La biblioteca de los sueños imposibles” de Lin Rina). Este curso, he descubierto que me encantan las biografías (me gustaron mucho “El esbirro” de Sergei Kourdakov, “El precio a pagar” de Joseph Fadelle y “Nacemos para no morir nunca” de Cristiana Paccini, Simone Troisi) y me gustaría seguir descubriendo otros géneros, como el ensayo.

P – En el futuro, ¿te gustaría dedicarte a escribir? (Como periodista, autora, redactora publicitaria…) Razona la respuesta y en caso negativo, explica qué te gustaría estudiar. ¿Quiénes son tus grandes inspiraciones a la hora de escribir?

Aunque no tengo nada claro a que me gustaría dedicarme en un futuro, me encantaría hacer una carrera y tener un trabajo que implique seguir escribiendo. He descubierto que escribir es algo que realmente me gusta y no descarto hacer algo relacionado con la lengua o la redacción.

Una de mis grandes inspiraciones a la hora de escribir y que lo fue desde el principio, es mi prima mayor, Ceci, que también es alumna de Orvalle y escribe increíblemente bien. Es uno de mis mejores ejemplos tanto en la escritura y la lectura, como en mi vida en general, y siempre me ha animado a seguir escribiendo.

Mi hermana Lucía también ha sido un referente para mí, especialmente cuando era pequeña, porque ella leía muchísimo y también escribe muy bien.

Otra fuente de inspiración que he tenido a lo largo de mi vida han sido mis profesoras de lengua, con su pasión por lo que enseñan y sus buenas recomendaciones de lecturas, que siempre nos motivan a escribir y a leer.

De hecho fue nuestra profesora, María Lucaya, la que nos animó a presentarnos a este concurso. Además, mis padres siempre nos han animado a dedicar tiempo a lo que nos gusta, a encontrar lo que nos apasiona y cultivarlo.

P – Tu experiencia en la entrega de premios del pasado 9 de mayo. Qué vas a hacer con el premio y como ha sido ganarlo.

La entrega de premios estuvo muy bien, porque, además de entregar los premios, cada uno de los finalistas leyó su microrrelato y pudimos disfrutar escuchándolos. Me sorprendió la calidad de los relatos ganadores y finalistas, y lo bien que fueron leídos, a pesar de los nervios.

¡Mi más sincera admiración y enhorabuena a todos ellos! De hecho, dentro de mi categoría, creo que los otros dos finalistas podrían haber ganado perfectamente, y por eso no me esperaba ganar. La verdad es que hizo mucha ilusión y fue muy emocionante. En cuanto al premio, además de un lote de libros juveniles, me dan a elegir entre un ordenador o 700 € para gastar en una biblioteca a mi elección. Creo que elegiré esta opción, aunque todavía no he decidido.

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