De todas las prácticas de la Formación Profesional, en las que más cabe pensar durante la epidemia de coronavirus es en las de la formación sanitaria. ¿Cómo se prepararán para su futuro trabajo los auxiliares de enfermería y los técnicos de Imagen para el Diagnóstico?
Consultamos al Instituto Técnico Profesional Pax, de Valencia, especializado en la familia profesional sanitaria con ocho titulaciones, cómo ha organizado la FCT de sus alumnos. Precisamente, el Covid-19 y su impacto en el sistema sanitario son una rica fuente de supuestos prácticos que plantear a los estudiantes.
Por ejemplo, en la titulación de Técnico Superior de Documentación y Administración Sanitaria trabajan la gestión de información de pacientes simulados con coronavirus de acuerdo a la normativa autonómica aprobada para esos casos. Los alumnos trabajan sus ingresos y altas “en el entorno simulado del hospital Pax”, explica Luisa Gimeno, profesora de este centro de formación.
Por su parte, los técnicos en Farmacia y Parafarmacia están investigando el trabajo en las farmacias de acuerdo a la normativa relativa al suministro de productos farmacéuticos y sanitarios. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana las farmacias dispensan mascarillas a los mayores de 65 años de manera gratuita.
Las limitaciones por el cierre de las aulas ha llevado a los docentes a idear iniciativas verdaderamente creativas. La profesora Carolina de la Rosa plantea a su alumnado retos de investigación vinculando contenidos curriculares con las noticias sobre el coronavirus que publican los medios de comunicación:
“Les convoco a todos a una hora determinada para que abran Moodle y encuentren el reto de ese día. Han de buscar una noticia que está relacionada con el coronavirus y a la vez con algún contenido de la asignatura y han de ver qué relación tienen y explicármela. Luego deben entregar esa tarea lo antes posible, y los cinco primeros que me contesten correctamente tendrán una puntuación extra a añadir a su nota final de la evaluación”. ¿Y si nadie contesta? “Al día siguiente les doy una pista”, responde. “De esta forma”, explica, “consigo que estén todos conectados y les saco de la rutina de ver grabaciones y hacer ejercicios”.
En Higiene Bucodental se están trabajando las medidas de higiene y seguridad que hay que tener en las clínicas para prevenir contagios de coronavirus. Y en Imagen para el Diagnóstico, uno de los proyectos semanales consistió en investigar las medidas de protección que deben adoptar los técnicos de Rayos con los pacientes con coronavirus en los hospitales.
Al final, las 220 horas de FCT marcadas por el Gobierno durante la crisis del coronavirus se están completando con tareas de investigación sobre normativa y protocolos sanitarios, investigaciones científicas y casuística real. Para esto último es importante que los profesores hayan trabajado en el sector sanitario, como Ana Ibáñez, de Imagen para el Diagnóstico. Ana reconoce que le está «echando mucha imaginación» para acercar a sus alumnos la realidad hospitalaria lo máximo posible, pero que «no es lo mismo estar en un hospital tratando con pacientes, que hablar de ello en un papel o verlo en un vídeo».
La titulación que presenta más dificultades a la hora de adaptar la FCT a la simulación y los supuestos prácticos es la de Radioterapia y Dosimetría porque la formación práctica se destina a aprender el funcionamiento de máquinas grandes y complejas que sólo hay en clínicas y hospitales.
En Cuidados Auxiliares de Enfermería, los estudiantes de 2º de Pax llevaban al menos un mes de prácticas cuando se decretó el estado de alarma y en ámbitos menos ceranos al coronavirus, como Pediatría y pariotorios. A ellos se les están planteando “las actividades formativas que tenían previstas en su programación de la FCT relacionándolas con el ámbito sanitario en el que han estado”, explica Chus Azcárraga, coordinadora de FCT de Instituto Pax.
Lo que les ha ocurrido a varios estudiantes de Cuidados Auxiliares de Enfermería de Pax es que se les ha llamado para trabajar en residencias de ancianos antes de tener su título.
“Son alumnos que habían completado ya su formación y que estaban a la espera de la expedición del título por parte de la Administración”, explica Chus. “Pero como ahora todos los trámites burocráticos van más lentos, nosotros tuvimos que movernos rápido y pedir autorización para firmar certificados que acreditasen que los alumnos habían completado su formación en nuestro centro”. Según cuenta la profesora, la Consellería lo autorizó con agilidad y, gracias a ello, varios alumnos de Pax han entrado a trabajar a residencias de ancianos que necesitaban profesionales cualificados con urgencia. “Para los chicos y chicas no sólo era una oportunidad de tener su primer trabajo, sino de arrimar el hombro en una situación tan difícil como la que están viviendo en las residencias”, señala la profesora.
La situación de alerta ha sido tal en el primer mes de la epidemia que la Consellería activó protocolos para poder disponer de los alumnos de 2º curso de algunas titulaciones sanitarias –también de centros privados– en caso de necesidad en los centros hospitalarios. “De momento, de nuestro centro no se ha llamado a nadie”, precisa Chus Azcárraga.
Moodle y videoclases
Por lo demás, en Instituto Pax se han adaptado rápidamente a la enseñanza a distancia, a través de la plataforma Moodle, con la que llevaban años trabajando, y de clases por videoconferencia.
“Los lunes, cada profesor sube al aula virtual la planificación semanal, y diariamente, dentro de su horario habitual como si fuera presencial está atendiendo a sus alumnos, o dando videoclase. Para ello están utilizando Google Meet, Zoom, Skype, Webex y GoToWebinar tanto para masterclass como para resolución de dudas, incluso individualizadas”, explican en Pax. “En cuanto a multiplataformas para edición de vídeo y audio algunos profesores están utilizando programas como Audacity, Handbrake o Adobe Premiere”. Y “el seguimiento a los alumnos/as se está realizando por el foro de Moodle, que ayuda a que profesores y alumnos intereactuen, incluso los propios alumnos respondiéndose ellos mismos las posibles dudas; pero también por whatsapp, telegram y correo electrónico”.
“Lo que tiene este tipo de enseñanza, al menos de momento, es que no desconectas; estás trabajando a cualquier hora, respondiendo a correos de alumnos, y también a alguna que otra madre preocupada porque ve que su hijo vaguea y se está descolgando”, cuenta Chus Azcárraga. “En esos casos tenemos que hablar con ellos por teléfono y animarlos”. “Es una situación delicada en la que tenemos que ser exigentes pero sin agobiar. Pero a estas edades no podemos consentir que algunos alumnos no hagan nada”, advierte.