Los alumnos de 4º de ESO de este centro concertado de Baleares organizan cada año un certamen que atrae a estudiantes de otros colegios y que forma parte de un proyecto de análisis y creación literaria de las profesoras de Lengua Castellana y Lengua Catalana
A las profesoras Amaya Laraudogoitia y Maria Antònia Bibiloni, del Colegio Juan de la Cierva de Palma de Mallorca, les pareció que un concurso literario para sus alumnos de 4º de ESO podría canalizar parte de las competencias de sus materias -Lengua Castellana y Lengua Catalana- y, de paso, motivar a chicos y chicas a la escritura. Y que montar una web con sus creaciones literarias también sería un buen estímulo para ellos, además de un buen reflejo del compromiso y el esfuerzo realizados. No contentas con eso, fueron un paso más allá: si los propios estudiantes organizaban el concurso y la página web, el espectro competencial se ampliaba considerablemente al entrar en juego habilidades sociales, emprendedoras, digitales… El resultado fue Literaescuela, una web que proyecta el talento literario juvenil en castellano, catalán e inglés, no sólo de los alumnos del Juan de la Cierva, sino de varios colegios más de las Islas Baleares.
Literaescuela es una web al que los alumnos de 4º de la ESO del Juan de la Cierva suben sus textos de creación propia, siendo obligatorio al menos uno al trimestre y en cada una de las lenguas del centro.
Pero, además, es un concurso literario que los de 4º de ESO organizan cada año dentro y fuera del colegio, y al que el curso pasado se apuntaron estudiantes de seis centros de Mallorca e Ibiza. La convocatoria -que este curso celebra su cuarta edición- está abierta a estudiantes de todos los centros educativos de CECE Illes Balears.
El certamen, al que se pueden presentar alumnos desde 5º de Primaria hasta 4º de ESO, combina tres categorías por edades -5º y 6º; 1º y 2º; 3º y 4º- y otras tres por lenguas -castellano, catalán e inglés-, de manera que pone en juego 9 primeros premios de 150 euros cada uno. Los segundos premios son de 50 euros y diversos obsequios, y los terceros premios son libros y obsequios, nos cuenta la profesora Amaya Laraudogoitia.
Para hacer extensivo el concurso a otros centros, las profesoras buscaron el apoyo de patrocinadores -Anaya, Scolarest, McYadra y otras empresas-, así como profesionales que conformaran un jurado externo: dos editores de Anaya, también docentes, y la escritora Ruth Tormo, que no dudaron en comprometerse con el proyecto sin contrapartida alguna.
Pero quienes gestionan todo el certamen son los alumnos de 4º: ellos diseñan la convocatoria -cada año con un cartel diferente-, la publican en la web; conforman la base de datos de los participantes que van enviando sus textos; los suben a la web de Literaescuela y, llegado el momento -hacia marzo o abril-, gestionan la primera la primera fase del concurso, en la que todos los participantes puntúan los textos presentados (salvo el propio). Los que suman la mayor puntuación son los que pasan a la fase final, a cargo del jurado. Los ganadores se dan a conocer en una gala de entrega de premios, que este año, si nada lo impide, será presencial.
‘Montar’ un proyecto así, entre dos asignaturas, no es fácil, como sabe cualquier docente. Porque hace falta tiempo lectivo. Amaya y Maria Antònia disponían de 3 horas y media cada una para su asignatura. Decidieron ceder la media hora suelta al proyecto, y pedir una más al centro. De esta manera, Literaescuela goza de dos horas a la semana sólidamente articuladas para, en primer lugar, movilizar contenidos de la materia de Lengua y Literatura de una manera reflexiva, analítica y creativa mediante talleres temáticos trimestrales; y después, organizar el concurso anual.
Cada trimestre, el trabajo de Literaescuela en el aula gira en torno a un tema de trascendencia social sobre el que se analizan obras literarias y sobre el que el propio alumnado debate, reflexiona y, después, crea. El tema de este trimestre, por ejemplo, es la violencia, y una de las obras a analizar es el poema Muerte de Antoñito el Camborio, de Federico García Lorca.
Los objetivos del proyecto son: «Fomentar el pensamiento crítico y la reflexión; conocer y consolidar las diferentes tipologías, modalidades y propiedades textuales; fomentar el carácter emprendedor; desarrollar las competencias básicas; identificar géneros literarios; desarrollar y llevar a cabo desempeños y habilidades; fomentar el gusto y el interés por la literatura; consolidar aspectos gramaticales y ortográficos mediante la corrección y creación de textos; desarrollar el uso de las TIC, y aprender a trabajar en equipo.
Con todo, resume la profesora Amaya, «estamos construyendo un aprendizaje que va más allá de lo literario». Y la organización del concurso exige a los alumnos un plus de compromiso y esfuerzo que hace su educación escolar más integral.
Además de trabajar la competencia lingüística y la digital, se movilizan la de «aprender a aprender», las competencias sociales y cívicas, el sentido de iniciativa y el espíritu emprendedor, y las expresiones culturales.
Literaescuela es, además, el proyecto estrella al que todo el alumnado espera llegar cuando se hace mayor y se acerca la despedida del colegio; el gran incentivo con el que el Juan de la Cierva despide a sus estudiantes, dejándoles un legado de respeto y gusto por la creación literaria.