Autores: Dr. Gonzalo Sanz-Magallón y Oriana Zurga, Responsable de proyectos de Educación, (CEU-CEFAS y Asistente de investigación, CEU-CEFAS)
La libertad de educación debe ser entendida como la existencia de una pluralidad efectiva de oferta educativa y un sistema de financiación pública que permita el acceso a las escuelas no gubernamentales (ENG) a las familias, independientemente de su nivel de ingresos. Es un derecho fundamental que debe garantizarse en todo país para respetar los derechos humanos. El pasado 12 de diciembre se presentaba el Informe 01 de la Colección Educación y Familia, publicado por CEU-CEFAS en colaboración con OIDEL.
Este informe pretende arrojar luz sobre las tendencias de la libertad educativa según los distintos países, analizar sus posibles factores potenciadores y cuantificar la relación existente entre la libertad de educación y los principales indicadores representativos del desempeño del sistema educativo y la distribución de la renta. Tiene una importancia vital, ya que todavía queda un gran camino por recorrer para alcanzar niveles satisfactorios de libertad de educación, y reconocer sus deficiencias desembocará en un mejor desarrollo de políticas públicas que persigan este objetivo.
Para medir la libertad de educación se utiliza como indicador el Índice de Libertad de Educación (ILE) proporcionado por OIDEL, en sus ediciones correspondientes a 2002 y 2016. Cuatro indicadores construyen este Índice. En primer lugar, el Indicador 1 muestra la posibilidad legal de crear y gestionar escuelas no gubernamentales (ENG). A continuación, el Indicador 2 refleja el porcentaje de financiación pública que reciben las ENG. Este indicador es muy relevante, ya que la ausencia de financiación de las ENG por parte de la Administración dificulta en gran medida a las familias con menores ingresos el acceso a los centros no estatales. El Indicador 3 se corresponde con la Tasa Neta de Matrícula en educación primaria, conteniendo información de diversas fuentes como el Banco Mundial e informes anteriores de OIDEL. Por último, el Indicador 4 refleja el porcentaje de alumnos matriculados en ENG.
Gráfico 1: Evolución del nivel de libertad educativa en las dos primeras décadas del siglo XXI Fuente: Sanz-Magallón y Zurga, 2023. Nota: porcentaje de países según la evolución del ILE entre 2002 y 2016.
El grado de libertad educativa ha tendido a aumentar desde principios del siglo XXI en el conjunto de las regiones. En casi el 70% de los países se contabilizó un aumento del ILE entre 2002 y 2016, frente a un 28% en los que este indicador disminuyó. Se aprecia un proceso de convergencia, ya que los países que inicialmente tenían un nivel más bajo son los que en mayor medida han aumentado su ILE entre ambos años. No obstante, existen algunos casos (Cuba, República Democrática del Congo, Arabia Saudí) que registran una involución a pesar de su bajo nivel de partida.
Libertad educación y su relación con otras libertades básicas
Al analizar las libertades en su conjunto, la libertad de educación es la que presenta niveles más precarios a nivel mundial. La tabla que se presenta a continuación muestra los valores promedios de seis indicadores representativos de tipos de libertad (educativa, económica, estado de derecho, religiosa, expresión e información y en formación de partidos políticos) en las distintas regiones del mundo. Norteamérica y Europa registran los valores promedio más elevados, mientras que en el extremo opuesto se sitúan los países árabes. Si atendemos al nivel promedio de cada indicador, la libertad de educación es el que tiene un nivel global menos satisfactorio, en ninguna región se alcanza un valor elevado. En el polo opuesto se sitúan los indicadores correspondientes a la libertad religiosa y la libertad para formar partidos políticos, las cuales están bien asentadas en la mayoría de las regiones.
Tabla 1: Nivel promedio de las distintas libertades según regiones Fuente: Sanz-Magallón y Zurga, 2023.
Libertad de educación, desempeño del sistema educativo y distribución de la renta
Las investigaciones que utilizan técnicas que permiten establecer relaciones causales han mostrado un mejor rendimiento del sistema educativo asociado a las escuelas privadas y concertadas en buena parte los países, incluido España, que se manifiesta no sólo en las competencias generalmente evaluadas en PISA (matemáticas, lectura, ciencias), sino también en otros aspectos, entre los que destacan un mejor aprendizaje de lenguas extranjeras.
Al comparar los indicadores de libertad de educación y de segregación social en las escuelas, se comprueba que no existe una asociación entre esas variables, por lo que debemos rechazar la hipótesis de que la libertad de educación, según se define en el ILE, conlleve una mayor segregación.
Gráfico 3: Libertad de educación y segregación social en la escuela. Fuente: Sanz-Magallón y Zurga, 2023.
Es importante también analizar la posible relación entre la libertad educativa con la desigualdad de ingresos, medida por el índice de Gini. Este índice toma un valor entre 0 y 100. Cuanto más próximo está el coeficiente de Gini a 100, la distribución es más desigual. El gráfico siguiente muestra que cuanto más elevada es la libertad educativa más igualitaria es la sociedad. De hecho, el ILE en su conjunto, y el Indicador 2 en particular, se asocian con una distribución personal más equitativa de la renta. Esta relación se mantiene incluso después de incluir variables de control, como la renta per cápita y la región geográfica de pertenencia del país. A la luz de este análisis, la idea de que la libertad de educación aumenta las desigualdades no sólo debe rechazarse, sino que debemos establecer precisamente la asociación inversa.
Gráfico 4: Libertad de educación distribución personal de la renta. Fuente: Sanz-Magallón y Zurga, 2023.
Conclusiones
A la vista de los análisis del informe y en base a la amplia literatura existente sobre la superioridad del desempeño de los centros no estatales en la mayoría de los países, podemos concluir que existen razones que refuerzan la conveniencia de avanzar hacia una mayor libertad de educación. En primer lugar, para respetar el derecho de los padres a elegir el tipo de educación de sus hijos. Pero también para conseguir una mayor equidad y reducir las desigualdades económicas, potenciando el rendimiento del sistema educativo y la mejora de la eficiencia.