La encuesta realizada por CECE sobre su 48º Congreso, celebrado a finales de octubre, muestra la importancia dada por los colegios al reencuentro presencial para encarar los desafíos del nuevo escenario educativo con mayor conocimiento e impulso
«La gente de los colegios tiene ganas de juntarse». Lo decía Alfonso Aguiló, en la antesala del 48º Congreso de CECE y así se constató durante los dos días de su celebración los pasados 22 y 23 de octubre en Madrid. Después de dos años marcados por las limitaciones de la pandemia, «la gente de los colegios» volvió a verse las caras, a abrazarse y, sobre todo, a hablar de educación -de problemas y soluciones, de desafíos, de proyectos- sin pantallas por medio y con ilusión.
En la encuesta de satisfacción realizada por CECE tras el congreso, los participantes concedieron un extraordinario valor a tres cosas: el reencuentro en sí mismo, compartir experiencias respecto a temas de interés común, y reflexionar en torno a los desafíos actuales de la educación en general y de los colegios. Así, encontramos muchos, muchos comentarios como éstos:
«Lo mejor fue el reencuentro. Las ganas que evidenciaba toda la gente de volver a encontrarnos y debatir en torno a nuestros temas de interés».
«Fue una gran oportunidad el volver a intercambiar experiencias con compañeros de otros centros y ciudades de España».
«Como siempre, la oportunidad de intercambiar experiencias y escuchar planteamientos y retos».
El lema elegido para el congreso -Retos del nuevo escenario educativo-, las ponencias y talleres, y el propio enfoque dado por los ponentes, situaron a los congresistas en un escenario de oportunidad, de acción y de colaboración que contribuyó a salir del congreso con energías y contactos renovados, después del agotamiento y del repliegue de fuerzas impuestos por la pandemia. Lejos de planteamientos etéreos, los temas abordados y el aterrizaje de los mismos, estuvieron muy pegados a la realidad de los centros educativos y a las inquietudes de sus equipos directivos en el contexto actual, marcado por el cambio de legislación, la caída de la natalidad, la pandemia y la aceleración de la digitalización.
De ahí que el 100% de los participantes quiera repetir un congreso así y que el 90% lo recomiende a sus colegas (el 10%, restante responde «tal vez»).
El «aporte formativo» y «la reflexión» entre profesionales desde el análisis de expertos fue de lo más apreciado por los congresistas:
«Lo mejor, la temática de los talleres, muy cercanos a la realidad diaria del colegio. Para recuperar inquietudes y chequear planes de trabajo».
«Es interesante tener una visión más cercana y experta sobre temas de actualidad relacionados con la educación».
«La posibilidad de reflexionar sobre temas de interés educativo junto con otros colegas en el contexto actual».
Y muchos pusieron el acento en la importancia del simple hecho de «salir» y ver «más allá» del día a día del centro y de la normativa autonómica que lo determina:
«Es esencial salir de nuestro ámbito».
«Viene siempre bien salir del entorno propio para conocer otros panoramas, puntos de vista y confrontar la propia identidad con lo nuevo. Salir de mi entorno y ver lo que ocurre en la educación a nivel estatal».
«La oportunidad de salir de tu colegio y mirar más allá, conocer y abrir puertas que amplían la mirada».
Del 48º Congreso de CECE algunos profesionales valoraron también «la apertura a sensibilidades variadas» en el abordaje de los asuntos y, en concreto, salir con un «mayor conocimiento» y «una idea más positiva» sobre el currículum de la LOMLOE que aterrizará próximamente en las aulas.