La pluralidad de la escuela, la búsqueda de soluciones para aumentar la diversidad del alumnado en los centros; el desafío de adaptar la enseñanza al nuevo currículo escolar, de enfocar la enseñanza desde las competencias, con interdisciplinariedad y flexibilidad; la educación para la igualdad de género siendo ejemplo coherente de ello; las oportunidades y complicaciones de la nueva Ley de FP; la transparencia de los centros, la reputación y la gestión de crisis; la importancia de tener una identidad de centro, una «marca humana», que distinga al colegio… Todas esas cosas se abordaron -en profundidad y de la mano de expertos- en el 48º Congreso Nacional de CECE, celebrado en Madrid, el primero presencial después de dos años.
La sociedad está cambiando tan rápido y la escuela está tan conectada con todos esos cambios, que siempre hay asuntos nuevos que preocupan a los centros educativos, y los congresos de CECE siempre tratan de ser útiles a los centros de acuerdo a esas inquietudes emergentes y cambiantes.
«Si queremos que nuestros alumnos deseen saber siempre más, todos nosotros debemos también desear saber siempre más», señalaba Alfonso Aguiló en su discurso de clausura, al término de la segunda jornada del congreso.
El presidente de CECE despedía a los congresistas este 23 de octubre remarcando:
«En CECE queremos poder mirar a la cara a la gente y decirles que ponemos la educación en primer lugar, que queremos servir a los intereses de nuestra sociedad y que tenemos un papel importante en ayudar a las nuevas generaciones a estar a la altura de los grandes retos que tenemos en el horizonte».
«No podemos fracasar en la educación de la nueva generación, de quienes tomarán nuestro relevo», señaló, para apuntar después la importancia que tiene para ello «atraer a los mejores, al mejor talento, a la educación», «trabajar para que los docentes tengan cada vez mejor consideración social» y «hacer ver a la sociedad la importancia que tiene dar una mejor formación a la siguiente generación».
Y apeló a la inercia que genera la convicción y el trabajo de cada centro más allá del mismo: «Ese deseo de constante mejora y transformación de la enseñanza privada y concertada está siendo un gran estímulo de mejora para todo el conjunto de la enseñanza del país».
Despidió así a las decenas de colegios y centros de FP de toda España que asistieron al 48º Congreso, celebrado esta vez en Madrid.
Conclusiones del 48º Congreso de CECE
Antes de la despedida, el secretario general de CECE, Santiago García, leyó las conclusiones del congreso, que son las que siguen:
- Defendemos una escuela plural donde no cabe la discriminación, donde la diversidad es un valor educativo que se transmite no sólo con las palabras, sino con hechos. Y reivindicamos la libertad de elección de centro como pilar indiscutible de la diversidad y la pluralidad de la escuela.
- El apoyo de las administraciones educativas es imprescindible para lograr que las escuelas sean ejemplo de esa diversidad e igualdad que queremos que tengan su reflejo en la sociedad. Necesitamos que no pongan obstáculos para que podamos atender la demanda de todas las familias, cualquiera que sea su entorno socioeconómico y su lugar de procedencia, y ello pasa por no vetar al alumnado de la escuela concertada del acceso a becas y ayudas.
- Reafirmamos nuestra disposición a afrontar con diálogo y transparencia los procesos de cambio que conlleve la nueva legislación educativa, esperando que las administraciones actúen de la misma manera y pensando en la razón última de la educación, que son todos los estudiantes independientemente del centro en el que estudien.
- Debemos crecer en comunidad educativa. La pandemia ha reafirmado nuestra convicción de que la educación es una labor entre escuela y familia. Hemos de favorecer que la comunicación sea bidireccional para conocer mejor a nuestro alumnado y atender mejor sus necesidades.
- Sabemos que el tercer pilar de la educación es la propia sociedad. Hemos de abrirnos a ella, conectando nuestro trabajo con el entorno que nos rodea e impulsando proyectos que impliquen a agentes e instituciones. Esa conexión es importante para fomentar la conciencia cívica y ciudadana de las futuras generaciones, así como el compromiso con el entorno.
- Nuestras puertas han de estar abiertas. En esa cooperación con el entorno también debemos tender lazos con otros centros educativos próximos en afinidad, en proyectos concretos o en geografía, independientemente de su titularidad. La escuela es una institución de la sociedad y del conocimiento y, como tal, debe sentirse parte de algo más grande. Debemos trabajar por que haya cada vez más puentes y menos puertas cerradas, tanto dentro de nuestros centros como fuera de ellos.
- Debemos aprovechar las oportunidades que genera el nuevo currículo escolar para mejorar la calidad de cada proyecto educativo y dar respuesta a los desafíos que nos presenta la sociedad. Es importante que los cambios que impulsemos sean trabajados en equipo, con buenas bases, poco a poco y evaluando cada paso.
- Profundizar en el conocimiento a través de la interdisciplinariedad, del trabajo en equipo -también del profesorado-, del pensamiento crítico, el conocimiento aplicado, la resolución de problemas y el compromiso social son guías por las que tenemos que dirigir nuestros proyectos educativos, sin olvidarnos del valor del esfuerzo, la igualdad y la atención individualizada a nuestro alumnado.
- Apoyamos la necesaria reforma de la Formación Profesional, que debe jugar un papel trascendental en la modernización de nuestro sistema productivo, en la lucha contra el desempleo, especialmente el juvenil, y en la cualificación y recualificación de los trabajadores que demanda el mercado laboral. Solicitamos que se dote a los centros de la autonomía necesaria para que los proyectos de formación profesional dual respondan de manera adecuada y realista a las necesidades del entorno productivo en el que se encuentran.
- Para afrontar estos retos del nuevo escenario educativo, es necesario un esfuerzo conjunto de los que formamos la comunidad educativa. En ese empeño, la Confederación Española de Centros de Enseñanza manifiesta su disponibilidad y compromiso para trabajar con todos sin excepción, para fomentar un clima de colaboración que posibilite la tarea de mejorar nuestro sistema educativo.
Reconocimientos CECE a los Valores Sociales
Y, como en cada congreso, CECE entregó sus Reconocimientos a los Valores Sociales a diversas organizaciones e instituciones que, desde el ámbito cultural, deportivo, científico y humanitario, han contribuido a la mejora de la educación. En el caso de este año, parte de esos reconocimientos han estado relacionados con la pandemia de Covid-19 que nos afecta desde marzo de 2020. Fueron destinados a las Fuerzas Armadas, los coordinadores Covid de los colegios, las familias, la Fundación Aladina, la Fundación Mahou-San Miguel y la Fundación Gasol [leer más].
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