ACTUALIDAD DOCENTE

Información y reflexión sobre educación.

  Una publicación de

Lary León Molina periodista y escritora solidaria «Tener una actitud positiva hace que las limitaciones se conviertan en oportunidades para todos»

Google+ Pinterest LinkedIn Tumblr +

Lary León Molina es periodista, escritora solidaria y conferenciante. participará como ponente en el #50CongresoCECE que se celebrará en Palma de Mallorca los próximos 2, 3 y 4 de noviembre.

P. Según su experiencia como conferenciante ¿cómo definiría usted la educación? ¿Qué es educar?

R. La educación para mi es el aprendizaje constante, no solo en el colegio o cuando eres pequeño, sino también todos los aprendizajes que te van moldeando a lo largo de la vida. La base de la educación además del conocimiento, son los valores: esa parte de relación con los demás, de empatía, de saber escuchar, de tener pensamiento crítico, toda esa parte que nos hace a cada uno especiales y únicos, dentro de que todos somos iguales y diferentes al mismo tiempo. Para mí la educación es el envoltorio que nos abraza a cada uno de nosotros y según como lo tomemos, como la valoremos le sacamos el provecho o no, en nuestra vida como niños, como adolescentes y ya como personas adultas o mayores.

P. ¿Tuvo usted un profesor o profesora que marcara su vida?

R. La persona que más marco en el ámbito del colegio fue una profesora de primero de primaria. Era una persona muy joven que acababa de terminar sus prácticas, tenía un acento asturiano super suave y maravilloso. Con ella aprendí la combinación perfecta de ser dulce y empática, pero a la vez marcar los límites y ser seria, cuando tocaba. Juntas  descubrimos una serie de trucos e inventos para que yo pudiera escribir mejor por ejemplo, con mis brazos ortopédicos que tenían unos garfios muy difíciles de manejar. Ella se las ingeniaba quitándose la goma del pelo para enganchar con ella mejor el lápiz en las pinzas. Todo lo que aprendí de Lita, con la que aún tengo contacto, es maravilloso. Aprendí cosas,  conocimientos que quedaron en mi mente pero sobre todo cosas que quedaron en mi alma, cosas que me ayudaron a forjarme como esa persona curiosa e inquieta, que busca siempre distintas maneras de hacer las cosas.

P. ¿Qué consejos motivaciones daría usted a profesores, una profesión en la que los índices de depresión, desmotivación son tan altos?

R. Creo que la docencia es una de las profesiones más bonitas del mundo porque es ayudar a otras personas a construir su futuro, a modelar o potenciar esas características con las que todo el mundo nacemos. Su labor consiste en sacar lo mejor de uno mismo e insisto, no solo a nivel académico.  Aunque al colegio vamos a aprender  y a adquirir conocimientos es verdad que son muchas horas que pasamos en el colegio cuando somos pequeños, durante ese tiempo nos vamos haciendo como personas y es cierto que siempre hay un profesor o profesora que sin a veces darte cuenta, se convierte para ti en un referente a seguir.

Son algunas de las personas adultas con las que tomas contacto cuando eres niño y te ayudan a saber lo que tu gustaría ser o lo que no te gustaría ser de mayor. Los profesores son muy diferentes y hay algunos más abiertos, menos abiertos, más empáticos menos empáticos, más simpáticos menos simpáticos, porque de lo que se trata es de que sean profesionales de la educación. Pero esas características de los profesores también marcan nuestro destino porque de alguna manera son guías de los modelos que vamos a ver en la sociedad,

Los profesores son el pilar de las generaciones que se van convirtiendo en jóvenes, en adultos,  y es evidente  que hay problemas, que hay recortes y eso hace que sea un poco intenso. Yo le diría a un docente que empieza a sentir desmotivación, que piense en el gran fertilizante que puede ser para sus alumnos y la huella que está dejando en cada uno de ellos. Imagino que es una satisfacción poder encontrase con el tiempo con alumnos y alumnas cuando ya son mayores y ver que retienen esa esencia de cuando eran niños o niñas. Personalmente, he tenido la suerte y la experiencia de volver a mi colegio a dar una charla hace poco y el  reencuentro con algunas profesoras, con las monjas que me daban clase,  fue realmente bonito porque ellas me veían todavía como una niña ¡a mis 50! y yo las veía con ternura, entradas en años,  algunas ya no estaban,  pero otras estaban allí y mantenían esa esencia de cariño y de implicación para  dejar esa impronta en la educación y en su alumnado.

P. ¿Cree que se ha avanzado en España en el ámbito de la integración de las personas con discapacidad?

R. Yo creo que sí, se dan pasos lentos, pero ha avanzado mucho esa percepción de la discapacidad. En los últimos años, siento que se ha convertido en una especie de tendencia o de  moda en los medios de comunicación, mostrar los diferentes perfiles de la sociedad e integrar la  diversidad, tanto a nivel sexual como a nivel de discapacidad o de género. Y es verdad que se  puede ser una moda, y que pase, pero esas modas ayudan así como de puntillas, a sensibilizar y a dejar esa imagen para que,  de alguna manera y antes o después, las difedrencia nos parezca natural y que se acostumbre el ojo, que todos nos habituemos a esa diversidad  y que exista el respeto.  así que yo creo y me congratula, que si se ha avanzado.

En el tema de la mujer siempre tengo una mirada a nivel global, es verdad que a nivel laboral y en muchos otros ámbitos,  la mujer tiene todavía escalones que que subir, pero yo siempre creo en el talento de las personas, independientemente de nuestro sexo, edad, origen…..

Creo que eso es lo que tiene que prevalecer, ese talento, ese objetivo en la vida que tenemos todos. A a veces el talento se exterioriza con un saber mirar o con un saber escuchar. Yo creo que todos en la vida tenemos una misión y es precioso averiguar para que hemos venido a este mundo y compartir ese objetivo con los demás, puede ser algo grande,  como ser profesor y ayudar a muchos niños a tener una educación,  o un talento puede también ser dejar  grandes inventos o ser un artista y  dejar un legado importante para la historia pero también, puede ser un talento muy básico y muy bello. Yo misma nací sirena solo para sonreír, y es el objetivo de mi existencia, así de simple,  y me gusta compartirlo porque creo que esa positividad es muy contagiosa y también muy útil. La positividad es valiosa  cuando van bien las cosas pero tiene más valor aún cuando las cosas no van tan también. Tener esa actitud positiva hace que las limitaciones se conviertan en oportunidades para aprender y superarnos a nosotros mismos..

Yo creo que tenemos que buscar ese talento y también verlo en los demás, más allá del cascaron, de  la estética, que esa  energía o el talento de esa persona,  nos inspire para lo que se tercie en ese momento.

P. Su libro, ¿puede tener un valor pedagógico para las personas que se dedican al mundo de la educación cuál sería?

R. Me costó mucho decidirme a escribir el libro porque yo soy muy mía para mis cosas y fue como un desnudo integral, de mí misma y  también de las personas que me rodeaban, de mis padres, de mi familia, de los médicos, de mis profesores, de mis compañeras del colegio. Ha sido una de las  experiencias más  enriquecedoras  y una de las decisiones más bonitas que he tenido en mi vida. Lo que me decidió a escribir el libro, fue el agradecer de una manera pública a mis padres y a todos y a esos médicos y a esos profesores, todo el tesón que habían tenido y todo lo que yo había absorbido durante la infancia, ese homenaje era principalmente para mis padres. Mi objetivo no era dejar  recetas mágicas o consejos. Yo quería  contar mi experiencia desde el punto de vista de una niña y que quien lo leyera, si algo de lo que está escrito  en el libro mueve, porque emociona o porque no se está en  desacuerdo con algo, ¡objetivo cumplido!  . Esa parte en la que cuento mis comienzos en el  colegio puede ser una lectura entretenida para los docentes, porque  en cierto modo es divertida, irónica, pizpireta como yo era de pequeña y puede hacer  a los profesores revivir sus propias emociones, verse reflejados en  como ellos actúan ante aquellos alumnos que despuntan en clase tanto por una discapacidad, por ir más adelantados o por ir más atrasados…  y ante estas características diversas, que nos hacen únicos, como ellos gestionan  y reaccionan ante ese abanico que representan sus alumnos.

Me encantaría saber que sirve a los profesores como un ejemplo de normalidad ante una realidad que, podría parecer difícil, pero es más fácil de lo que pensamos.

P. En el mundo de la educación hoy en día se habla mucho de la necesidad de una conveniente orientación profesional. Usted es licenciada en Ciencias de la Información y ha ejercido de periodista, parece ser que las notas de entrada de la carrera no hacen más que bajar porque no hay demanda, los jóvenes de hoy no quieren ser periodistas. ¿Tendría alguna recomendación o consejo para el momento de elegir la carrera? ¿Seguiría sus ideales aunque fuera una carrera que no tenga muchas salidas profesionales o recomienda ser práctico y solucionarse el sustento?

R. Si que es necesario el detectar ese talento que tiene cada niño esa inclinación o pasión  por la parte de las matemáticas o por la música. Potenciar ese talento es fundamental. Cuando una niño se le da bien una asignatura pero otra menos es  importante reforzar la que le va mal pero también es importante que pueda desarrollar su talento, creciendo con unos superpoderes que le permitirán compartir su pasión y su talento con los demás y sentirse realizado. .

 P¿Por qué animaría usted a nuestros directivos y profesores a atender a asistir a su ponencia?

 R. Yo animo a os directivos de CECE y a los profesores a que vengan al Congreso porque yo creo que van a redescubrir lo bonito que es la  diferencia  y lo bonito de descubrir en cada niño y en cada alumno o alumna  esa parte original y bella. Yo quiero contagiarse ese punto de vista positivo ante lo diferente, lo original. Me encantaría dejar en todos ellos esa  sonrisa que mueve el mundo. Tengo entendido que está científicamente demostrado que  cuando sonreímos, los músculos de la cara mandan mensajes al cerebro para que se relaje porque  todo va  a salir bien…. Así que  mi objetivo es contagiarles con mi sonrisa, descubrir juntos  lo natural que es todo, a pesar de que a veces nos empeñamos en que las cosas son “raras”, ”difíciles”…  en el fondo son más fáciles,  y lo sabemos pero a veces es necesario recordarlo para vivir más tranquilos y confiados.

Comparte.