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Desarrollo curricular del Ministerio para Primaria: enfoque emocional y de género, y refuerzo de la atención personalizada

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La Educación Primaria impulsada por la LOMLOE, que se concreta en el real decreto de enseñanzas mínimas elaborado por el Ministerio –aún en fase de borrador– entrará en vigor en el curso 22-23 en los cursos impares y se implantará en el resto en el curso 23-24.

Se estructura en tres ciclos de dos cursos cada uno, y elimina la división entre áreas troncales y específicas. [Puedes consultar el texto íntegro del borrador aquí.]

Las áreas de enseñanza son siete: Matemáticas, Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural (que se podrá desdoblar en Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales), Lengua Castellana y Literatura y, si la hay, Lengua cooficial y Literatura), Educación Artística (que se podrá desdoblar en Educación Plástica y Visual, por una parte, y Música y Danza, por otra), Educación Física, Lengua Extranjera, Educación en Valores Cívicos y Éticos (en alguno de los cursos del tercer ciclo). [Puedes consultar los borradores de currículos de cada área aquí.]

«Las Administraciones educativas podrán añadir una segunda lengua extranjera u otra lengua cooficial o un área de carácter transversal», señala el borrador. También la lengua de signos.

Y los centros podrán trabajar las áreas por ámbitos.

En el texto difundido en agosto hay una disposición adicional sobre «enseñanzas de Religión» pendiente de desarrollar («texto en elaboración»). Recordamos que la LOMLOE dice que tanto en Primaria como en Secundaria se podrá establecer la enseñanza no confesional de Cultura de las Religiones.

Suscita algunas dudas la posibilidad que da el Ministerio a las autonomías con «lengua propia» oficial de «establecer exenciones de cursar o de ser evaluados del área correspondiente». En todo caso, establece que cada comunidad ha de «garantizar el objetivo de competencia lingüística suficiente en ambas lenguas oficiales», pero no dice nada sobre cómo garantizar la competencia sin evaluar el área.

Entre los principios pedagógicos de la etapa encontramos  que «desde todas las áreas se promoverá la igualdad de género, la educación para la paz, la educación para el consumo responsable y el desarrollo sostenible y la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual». También se apunta la realización de proyectos significativos para el alumnado, la resolución colaborativa de problemas, el intercambio de buenas prácticas entre docentes y entre centros, así como la colaboración de las familias.

En el apartado de ‘Evaluación’ encontramos que «el profesorado evaluará tanto los aprendizajes del alumnado como los procesos de enseñanza y su propia práctica docente».

La repetición de curso, de carácter excepcional, podrá adoptarse una sola vez en toda la etapa y sólo cuando «las medidas ordinarias suficientes, adecuadas y personalizadas para atender el desfase curricular o las dificultades de aprendizaje» no hayan dado resultado.

«Se pondrá especial énfasis en la atención individualizada a los alumnos y alumnas, en la realización de diagnósticos precoces y en el establecimiento de mecanismos de apoyo y refuerzo para evitar la repetición escolar, particularmente en entornos socialmente desfavorecidos» señala el borrador, que incluso establece que «en dichos entornos las Administraciones educativas procederán a un ajuste de las ratios alumno/unidad como elemento favorecedor de estas estrategias pedagógicas».

En el ejercicio de su autonomía, «los centros podrán adoptar experimentaciones, innovaciones pedagógicas, programas educativos, planes de trabajo, formas de organización, normas de convivencia o ampliación del calendario escolar o del horario lectivo de áreas o ámbitos dentro de las posibilidades que permita la normativa aplicable, incluida la laboral», y sin que, «en ningún caso, conlleve la imposición de aportaciones» a las familias o «exigencias para las Administraciones».

En 4º de Primaria todos los centros realizarán una evaluación de diagnóstico de las competencias adquiridas por todo su alumnado, que será responsabilidad de cada Administración autonómica.

Y a partir del segundo ciclo, han de incorporarse, desde la tutoría, «elementos de orientación académica y profesional que incluyan, al menos, el progresivo descubrimiento de las profesiones y la generación de intereses vocacionales libres de estereotipos sexistas».

El currículo introduce una perspectiva de género explícita en la enseñanza, especialmente en el área Matemáticas a través de la nueva competencia socioemocional que persigue combatir los estereotipos de género y de talento innato respecto a las matemáticas.

Establece que habrá que dar a conocer las contribuciones de las mujeres a las matemáticas y a las ciencias, así como dar reconocimiento a las mujeres escritoras.

En el área de Educación en Valores Cívicos y Éticos, a impartir en 5º o 6º de Primaria, se incluye (aunque con una mínima mención) la educación afectivo-sexual.

Las áreas, sus competencias y saberes

Cada área está diseñada para que, de manera transversal, el alumno adquiera una serie de «competencias específicas» a través de una serie de «saberes básicos» que habrán de ser evaluados de acuerdo a determinados «criterios». Esos son los tres pilares que sostienen cada área de acuerdo a los objetivos competenciales fijados para el final del camino: el Perfil de Salida del alumnado al finalizar la educación básica. [Encontrarás las competencias y saberes de cada materia más abajo.]

Matemáticas

El aspecto más novedoso del currículo en esta área consiste en la introducción de las «destrezas socioemocionales» como uno de los ejes cinco competenciales. El resto de ejes son: resolución de problemas; razonamiento y prueba; conexiones, y comunicación y representación.

El currículo ministerial señala que la resolución de problemas debe favorecerse no sólo como objetivo de aprendizaje, sino como método para su aprendizaje.

Por otro lado, entre los «seis sentidos básicos que habrán de guiar la enseñanza de las matemáticas», habrá que tener en cuenta el «sentido socioemocional», que «integra conocimientos, destrezas y actitudes esenciales para entender las emociones», «reconocer las fuentes de estrés, mantener una actitud positiva, ser perseverante y pensar de forma crítica y creativa», con el objetivo de «mejorar el rendimiento del alumnado en matemáticas, combatir actitudes negativas hacia ellas, contribuir a erradicar ideas preconcebidas relacionadas con el género o el mito del talento innato indispensable y promover un aprendizaje activo». Para reforzar este fin, «resultará esencial dar a conocer al alumnado las contribuciones de las mujeres a las matemáticas a lo largo de la historia».

Los demás sentidos que han de guiar la enseñanza son el numérico (orientado a la toma de decisiones), el sentido de la medida, el sentido espacial, el sentido algebraico y el pensamiento computacional (reconocimiento de patrones y relaciones entre variables) y el sentido estocástico (interpretación y razonamiento de datos de manera crítica).

Lengua castellana

Los niños deberán ser capaces de hacer un uso eficaz y ético de las palabras; saber navegar y buscar información en internet, contrastar información y reconocer riesgos de manipulación y desinformación; y también ser capaces de transformar la información en conocimiento, señala el borrador.

«Los aprendizajes de Lengua Castellana y Literatura no pueden concebirse, en modo alguno, como la mera transmisión y recepción de contenidos disciplinares; por el contrario, deben entenderse como un proceso en construcción y basado en la reflexión y el análisis acompañado, cuyo fin último es formar comunicadores éticos y eficaces», señala el borrador ministerial.

Las competencias básicas a alcanzar son

  1. Familiarizarse con la diversidad lingüística del mundo […] y la realidad plurilingüe y multicultural de España para favorecer la reflexión interlingüística, identificar y rechazar estereotipos y prejuicios lingüísticos, y valorar dicha diversidad como fuente de riqueza cultural. (“El castellano es una lengua universal y policéntrica, con una enorme diversidad dialectal, en la que cada variedad geográfica tiene su norma culta. No puede, por tanto, establecerse una de ellas como la más ‘correcta’”, explica el documento.)
  2. Comprender e interpretar textos orales identificando el sentido general y la información más relevante para construir conocimiento y responder a diferentes necesidades comunicativas.
  3. Producir textos orales con coherencia, claridad y registro adecuados para expresar ideas, sentimientos y conceptos; construir conocimiento; establecer vínculos personales; y participar con actitud cooperativa y empática en interacciones orales variadas.
  4. Comprender e interpretar textos escritos, reconociendo el sentido global, las ideas principales y la información explícita para adquirir y construir conocimiento y responder a necesidades e intereses comunicativos diversos.
  5. Producir textos escritos y multimodales, con corrección gramatical y ortográfica básicas, secuenciando correctamente los contenidos y aplicando estrategias elementales de planificación, redacción, revisión y edición para construir conocimiento y dar respuesta a demandas comunicativas concretas.

Y los saberes básicos se agrupan en los siguientes bloques: La lengua y sus hablantes, Comunicación (Comunicación e interacción oral, Comprensión lectora, Producción escrita y Alfabetización informacional), Educación literaria, y Reflexión sobre la lengua y sus usos.

La perspectiva de género también está presente en todo el currículum de Lengua y Literatura; por ejemplo, «se prestará especial atención al reconocimiento de las mujeres escritoras«.

 Educación en Valores Cívicos y Éticos

La asignatura, que comenzará a impartirse en el curso 22-23, tiene cuatro ámbitos competenciales fundamentales:

  1. Autoconocimiento y desarrollo de la autonomía personal.
  2. Comprensión del marco social de convivencia y compromiso con los principios, valores y normas que lo rigen.
  3. Adopción de actitudes compatibles con la sostenibilidad del entorno desde el entendimiento de la relación de interdependencia y ecodependencia con él.
  4. Educación de las emociones: «Se ocupa de desarrollar la sensibilidad y la actitud afectiva adecuada con respecto a los valores y problemas éticos, cívicos y ecosociales que nos plantea nuestro tiempo».

A su vez, cada uno de estos ámbitos competenciales se despliega en dos niveles integrados: uno más teórico, dirigido a la comprensión significativa de conceptos, y otro, más práctico o instrumental, orientado a promover, desde la reflexión y el diálogo, conductas y actitudes acordes con determinados valores éticos y cívicos.

Y los bloques de saberes esenciales son tres:

  1. Autoconocimiento y autonomía moral: entre los diferentes temas a tratar, se cita la «educación afectivo-sexual», siendo ésa la única mención en todo el borrador.
  2. Sociedad, justicia y democracia.
  3. Desarrollo sostenible y ética ambiental.
Conocimiento del Medio Social, Natural y Cultural

El objetivo del área es «que los niños y niñas lleguen a ser personas activas, responsables y respetuosas con el mundo en el que viven y puedan transformarlo, de acuerdo con principios éticos y sostenibles fundados en los valores democráticos».

El currículo afirma categóricamente algo susceptible de ser cuestionado: «En una sociedad cada vez más diversa y cambiante es imprescindible fomentar nuevas formas de sentir, de pensar y de actuar«.

Los saberes básicos se estructuran en tres bloques, «que deberán aplicarse en diferentes contextos reales para alcanzar el logro de las competencias específicas del área»:

Bloque A: Cultura científica: presenta temas relacionados con el ámbito científico para que, a través de investigaciones, el alumnado desarrolle destrezas y estrategias propias del pensamiento científico.

Bloque B: Tecnología y digitalización: se orienta al desarrollo de estrategias propias del pensamiento computacional para resolver problemas cooperativamente, y también al manejo de herramientas y recursos digitales para desenvolverse en un ambiente digital de forma responsable y segura.

Bloque C. Sociedades y territorios: busca que el alumno se sienta parte del mundo en que vivimos de una manera más cívica, democrática, solidaria, sostenible y comprometida. También que el alumno, utilizando el pensamiento histórico, entienda la evolución de las sociedades a lo largo del tiempo y del espacio. Por último, ayuda a que el alumnado conozca las interacciones entre las actividades humanas y el medio natural y social, así como el impacto ambiental que generan, para involucrar al alumnado en la adquisición de hábitos de vida sostenible y en actividades que permitan avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Lengua Extranjera

El objetivo del área será tanto la adquisición de la competencia comunicativa como el desarrollo y enriquecimiento de “la conciencia intercultural”, favoreciendo “la curiosidad por el conocimiento de otras realidades sociales y culturales”.

Los niños deberán poder comprender el sentido general e información concreta de textos breves y sencillos; producir textos de manera estructurada; interactuar con otras personas usando expresiones cotidianas, y apreciar la diversidad lingüística, cultural y artística a partir de la lengua extranjera identificando las diferencias y semejanzas entre lenguas y culturas para aprender a “gestionar situaciones interculturales”.

“En la Educación Primaria, la interculturalidad, que favorece el entendimiento con los demás, merece una atención específica porque es probable que no se encuentre en la experiencia previa del alumnado y que su percepción esté distorsionada por los estereotipos y constituya el origen de ciertos tipos de discriminación», señala el documento.

Educación Física

«El descubrimiento y la exploración de la corporalidad, esenciales para las actuaciones que se desarrollan desde el enfoque de la psicomotricidad, darán paso a un tratamiento más preciso y en profundidad del cuerpo que pretenderá sentar las bases para la adquisición de un estilo de vida activo y saludable, que permita al alumnado llegar a consolidar hábitos en la etapa de Secundaria para, posteriormente, perpetuarlos a lo largo de su vida», señala el borrador del Ministerio.

Los saberes básicos son: Vida activa y saludable, Organización y gestión de la actividad física, Resolución de problemas en situaciones motrices, Autorregulación emocional e interacción social en situaciones motrices, Manifestaciones de la cultura motriz, e Interacción eficiente y sostenible con el entorno.

En el saber ‘Manifestaciones de la cultura motriz’ han de abordarse los «usos comunicativos de la corporalidad: comunicación de sensaciones, sentimientos, emociones e ideas complejas». También el deporte con perspectiva de género y el sexismo en el deporte amateur y profesional, así como los deportes olímpicos y paralímpicos.

Educación Artística

Éstas son las competencias a alcanzar:

  • Conocer propuestas artísticas de diferentes culturas, épocas y estilos, a través de la recepción activa, para desarrollar la curiosidad, la sensibilidad y el respeto.
  • Investigar acerca de diferentes manifestaciones culturales y artísticas, empleando diversos canales y medios, para desarrollar el pensamiento propio y la identidad cultural.
  • Experimentar con las posibilidades del sonido, la imagen, el cuerpo y los medios digitales y multimodales, a través de actividades y experiencias, para expresar y comunicar de manera creativa ideas, sentimientos y emociones.
  • Participar del diseño, elaboración y difusión de producciones culturales y artísticas colaborativas, asumiendo diferentes roles en la consecución de un resultado final y poniendo en valor el proceso, para desarrollar la creatividad y el sentido de pertenencia.
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